Se acerca el final del mercado de fichajes y el Espanyol está cada vez más cerca de cerrar la plantilla para la temporada del regreso a Primera. Como ya es habitual en estas fechas, las operaciones de muchos equipos se aceleran entre las primeras jornadas de Liga y el deadline del mercado, programado para el 31 de agosto a las 23:59h. Es curioso porque es un modus operandi que se repite sistemáticamente y que muchas veces suele estar condicionado por los primeros resultados de la competición oficial, como si los equipos no supieran ya lo que necesitan semanas antes de iniciarla y la planificación dependiera en exceso de un par de partidos. En cualquier caso, las prisas y pretensiones de los clubes suben y bajan respectivamente estos días en busca de la última oportunidad de un mercado que ya vive su momento cúspide.
Con la llegada de Loren Morón y la salida de Matías Vargas y Pol Lozano, el Espanyol ha completado ocho operaciones en lo que llevamos de mercado. A la espera del famoso ‘6’, que podría llegar a última hora, así es lo que pretende la Dirección Deportiva, la plantilla de Vicente Moreno cuenta con más perfiles y argumentos competitivos que antaño, algo de lo que, precisamente, careció durante el curso pasado, especialmente en la primera vuelta, a pesar de los resultados y la trayectoria del equipo en LaLiga SmartBank. La unidad ‘B’ o el banquillo presenta otra cara distinta y el técnico blanquiazul dispone -y dispondrá- de suficientes herramientas como para superar los retos que le plantee la competición.
Ahora mismo, el Espanyol cuenta con 22 jugadores con dorsal del primer equipo. Joan García y Nico Melamed, por edad (Sub-23), son los únicos que mantienen ‘número de filial’, aunque su salario sí se corresponde al de un futbolista profesional. Una plantilla larga y con variedad de perfiles en todas las líneas del terreno de juego que le ofrecen mayores garantías a la hora de competir. Por lo que se ha visto estas semanas, la idea de Vicente Moreno parece que gira claramente alrededor del 1-4-4-2, por eso se ha insistido con Loren, y es que su llegada supone aumentar la nómina de tres a cuatro delanteros: RDT, Dimata, Wu Lei y el ex bético. Potenciar a Raúl con la presencia de otra referencia es una obsesión del cuerpo técnico, que también contará con jugadores de perfil variado en las bandas (Puado–Nico–Vadillo y Embarba–Aleix Vidal), en el centro del campo (David López, Keidi Bare, Fran Mérida, Darder, Morlanes y Melendo), en los laterales (Pedrosa–Dídac y Óscar Gil–Miguelón) y en la el eje de la zaga (Sergi Gómez, Cabrera, Calero y el comodín de David López).
Aunque los teóricos suplentes de algunas posiciones, especialmente los laterales, generan más preocupación que otra cosa, lo cierto es que la plantilla del Espanyol ha ganado más competitividad y recursos. Un once titular que gana flexibilidad y permite cambiar el discurso y adaptarse en función de las necesidades. Ahora es responsabilidad de Vicente Moreno gestionar correctamente todas estas piezas y de los jugadores rendir sobre el campo para lograr entre todos un buen resultado.