Aquí no se relaja ni Dios. Qué tensión, qué desesperación, qué larga que se está haciendo la temporada en Segunda división. Y solo es el principio. Vi un vídeo en TikTok acerca de los equipos que molaría que vuelvan a Primera. El Depor, el Recre, el Racing, el Málaga y el Zaragoza. Me llamó la atención que no se mencionara al Espanyol. Pregunté por qué y la respuesta fue: hombre, acabáis de bajar, quedaos un año más, ¿no? No, gracias. Para algunos somos el Atlético de Madrid que bajó hace unos años. Evidentemente que esas predicciones estaban hechas con el ojete. Si no, no lo entiendo.
Hablando con un amigo perico -el mismo de la columna anterior- surgió en la conversación el paradero de algunos de los jugadores que abandonaron el club a final de temporada. Sin culpabilizarlos exclusivamente por el descenso, el destino de cada uno de ellos explica el nivel de la plantilla. Que Javi López y Víctor Sánchez hayan acabado en Australia es algo insólito. No creo que en la historia de LaLiga dos jugadores del mismo equipo hayan pasado de la liga española a la australiana en la misma temporada. La campaña fue tan mala que casi tuvieron que subirse al avión de ‘Lost’ (Perdidos). Es como si la afición hubiese participado en un debate tuitero para elegirles un destino. El debate debía ser algo así: “Lo han dado todo, tampoco es cuestión de enviarles al Wuhan FC, no seamos cabrones”, ”Pero deben irse lejos, por favor”, “No dejan de ser de los nuestros, se merecen vivir dignamente ¿Qué os parece Australia?”. Adjudicado. Por suerte para ellos, han escogido un país maravilloso para retirarse.
Jonathan Calleri, contra todo pronóstico, fichó por un Primera división como Osasuna. Imagino que allí a los delanteros no les piden que marquen goles, simplemente que trabajen duro. Y, Calleri, de eso sabe un rato. Yo sigo creyendo que en un futuro acabará jugando de lateral derecho. Fuerza, velocidad, buen centro -no hay que olvidar que repartió alguna asistencia desde la banda derecha-. Y lo más importante: no tiene gol. Las cosas como son. El Chuky Ferreyra todavía debe estar preguntándose qué demonios le pasó en el Espanyol. Un tipo que estaba acostumbrado a marcar goles, fue incapaz de crear ocasiones de gol. Lo que nos hizo estallar en carcajadas fue hablar de que Iturraspe se ha retirado. ¿Cómo demonios nos iba a salvar un tipo que estaba a punto de retirarse? Ah, todo esto venía por algo… ¡Ah, sí! Porque le comenté a mi amigo que el abrazo de Diego López a Sergi Darder me hizo imaginarme a Javi López y Víctor Sánchez, en sus respectivas casas, cantando con ganas el gol de la tranquilidad frente al Zaragoza. Tengo clara una cosa: 15.249 km no es suficiente distancia para no sufrir por el Espanyol.
Genial el teu punt de vista. Menys mal que ens riem d'una temporada, la pasada, que no feia p**ta gràcia. Bon article. 🙂