Este domingo viviremos una jornada muy perica en la Dani Jarque. Se espera una gran entrada para acompañar a los de David Gallego en su primer ‘match ball’ para regresar a Segunda B. Una matinal que servirá, de paso, para agradecerle al técnico del filial su buen hacer al frente del primer equipo. Sus registros en los últimos cinco partidos de LaLiga han sido de récord: 13 puntos de 15 posibles, demostrando que el equipo sí que podía dar más de sí, contrariamente a lo que declaró QSF y poniendo en evidencia, de paso, la falta de sintonía entre el míster madrileño y la plantilla.
La Ciutat Esportiva volverá a llenarse como hacía mucho tiempo que no ocurría. A nadie se le escapa el bajón de asistencia a las instalaciones de ‘La Fábrica’ perica, que es un reflejo del desánimo general de la afición que también se constata en las pobres entradas de ‘Corneprat’, que ha cerrado el curso con una media por debajo del 50% de su capacidad, siendo una de las peores de Primera División (un 12,2% menos que la temporada anterior).
El ambiente que se prepara es el de una celebración; una jornada festiva que contrasta con el sentimiento general de desconexión con el nuevo Espanyol que nació tras la llegada de Mr. Chen. Se ha pasado de la euforia a la incertidumbre, pasando por el descreimiento general. Se vuelve a hablar de ‘salvar el club’; de ‘vender por obligación’ de ‘situación complicada’ y replanteamiento general de objetivos e inversiones sin que haya habido una explicación convincente, y en su caso, una asunción de errores y responsabilidades. La estructura de SAD se va consolidando, o mejor petrificando, y da la sensación de que las explicaciones y la cacareada transparencia quedará para la Junta de Accionistas, en la que, dicho sea de paso, poco o nada pintamos los pericos.
Nos hubiera gustado oír por boca de Chen (traducción mediante) un mensaje alentador de cara al futuro inmediato, cuando nos toca asistir, otra vez, a la fuga y devaluación de canteranos como Aarón o a la salida a empujones, según sus palabras, de Gerard Moreno, que ya se había convertido en un símbolo para la afición. La venta de activos del Espanyol le servirá al presidente para enviar un mensaje claro a sus accionistas chinos de cara a reflotar el valor de sus acciones, pero nos deja a los pericos paralizados y sin capacidad alguna de reacción. Bueno, alguno ya ha tomado la decisión de no renovar su carnet en forma de protesta, pero los pericos no nos podemos permitir las deserciones. El Espanyol sigue siendo el conjunto de sus aficionados, por mucho que quieran limitar nuestro papel al de simples espectadores ‘paganinis’.
Mañana volveremos a ver en acción al núcleo duro del espanyolismo, ese que ha sostenido este club a lo largo de los años y que nunca lo ha abandonado por muy mal que estuvieran las cosas. Espero que mañana podamos, por fin, celebrar una buena noticia en un año lleno de sinsabores y tropiezos.
Por lo que parece, la Dani Jarque volverá a ganar protagonismo a partir del próximo curso por la política de reajuste, qué mejor manera de lograrlo que volviendo de forma brillante a la categoría de bronce del fútbol español.
P.D. Y puestos a pedir, que pronto podamos cantar aquello de: “El año que viene, derbi en Sadrià, lo lo lo lo, lo lo lo lo lo lo lo lo, derbi en Sadrià”.