Señores, están siendo unos días de extrema felicidad que se han alargado en el tiempo gracias al parón de selecciones justo después de la victoria contra el Real Madrid. Esas sensaciones se confirmaron el otro día en la victoria en casa contra el Cádiz. El equipo enlaza dos victorias seguidas, dejando una buena imagen y enchufando a los jugadores a un nivel cada vez más alto. Lo mejor, que ahora mismo el equipo me transmite la seguridad y tranquilidad de que pueden ganar a cualquiera. Afronto los partidos con esa ilusión y creencia de que mi equipo puede ganar sea quien sea y mantener una regularidad de resultado e imagen.
Al principio de temporada tenía mis dudas acerca del rendimiento del equipo y de ciertos jugadores a lo largo de la campaña, sobre todo en lo que se refiere a constancia y buena racha de resultados. Tenía miedo de que tuviéramos una alegría y cuatro tristezas. Algo muy típico en nuestra historia. Pero veo un equipo con personalidad que se sobrepone a los problemas y a las bajas y que impone la misma ilusión y actitud ante cualquier rival, independientemente de la grandeza de este.
Esta sensación cada vez la percibo más en la afición. El otro día viendo el partido con mis amigos, veía en ellos ilusión y convencimiento ante el rendimiento de su equipo. Estamos todos enchufados. Eso es positivo. Pero ojo, cuando vengan mal dadas, que vendrán más pronto que tarde, quiero que ese convencimiento e ilusión no se pierda y la gente no se baje del tren. Hemos de intentar llegar todos juntos a la estación final, será una de las claves del éxito.
Hoy es un día importante. Juega nuestro querido Mágico y puede ampliar nuestra racha ante un rival que no será fácil. El club ilicitano tiene grandes jugadores con nombre. Alguno de ellos con pasado en nuestro club. Mucho cuidado con jugadores de la talla de Benedetto, Omar Mascarell, Lucas Pérez, Mojica y compañía. Tienen experiencia y calidad para ponernos las cosas difíciles. Plantilla muy equilibrada y compensada gracias, entre otras cosas, a uno de los dueños del club. Se trata de Christian Bragarnik, representante y ex futbolista y que tiene en su cartera a grandes jugadores con nombre en Europa. Es el artífice principal de este proyecto.
Por último, lo más importante. Hoy la afición del Espanyol vuelve a desplazarse en masa a un partido fuera de casa del equipo. Como los viejos tiempos, como históricamente ha ocurrido siempre en este club. Esos viajes inolvidables. El último que pudimos vivir antes de la pandemia fue aquel partido contra el Villarreal en el año del descenso que nos hizo volver a ilusionarnos a todos. Esperemos volver a repetir victoria y que la afición disfrute como se merece. Ha vuelto la normalidad, ha vuelto la ilusión, y, sobre todo, ha vuelto el Espanyol.