La palabra “xarnego” es un término que se utilizaba despectivamente para referirse a las personas que habían emigrado a Catalunya procedentes de otros lugares del Estado Español, o a los hijos habidos por estas personas y aborígenes catalanes. Actualmente está en desuso por el lógico y deseable mestizaje producido.
“Botifler” es la palabra que se utilizaba para motejar a los filipistas o borbónicos, es decir, los partidarios de Felipe V, de infausta memoria, durante la Guerra de Sucesión Española y que, últimamente, sigue usándose por algunos para denominar de manera despectiva a los que se quieren identificar con el nacionalismo español.
Don José Manuel Lara ha pregonado a todos los vientos que si se proclamaba la independencia de Catalunya, se trasladaría con su empresa fuera del ámbito catalán. Habría que ver si en realidad puede hacerlo. ¿Es por eso un “botifler”? En mi opinión no, ¡ni muchisimo menos!. Vivimos en democracia y todo el mundo tiene el sacrosanto derecho a poder expresar sus opiniones. Lara es un hombre valiente, lúcido y consecuente, y le respeto y le admiro por eso aún sin estar de acuerdo. Dice lo que piensa y hay que respetarlo. Otra cosa son aquellos que, con las mismísimas ideas y deseos que don José Manuel, se lo callan y le doran la píldora al independentismo como, por ejemplo, algunos de los dirigentes del Barça que se han refugiado en el seno del Club para seguir medrando con las autoridades españolas. También algunos, muchos más sin duda, empresarios catalanes que van a las manifestaciones mientras buscan ya terrenos fuera de Catalunya para deslocalizar sus empresas.
Y mientras en el Espanyol las aguas bajan más revueltas y tempestuosas que en un tsunami. He escrito todo lo anterior porque si alguien me hubiera dicho que yo hubiera pensado un solo instante en que nuestro flamante editor planetario y conspicuo periquito podría y debería ser el nuevo Presidente del R.C.D. Espanyol de Barcelona, le hubiera tachado de loco. Pues bien, una persona capaz de definirse claramente como ha hecho Lara, en un momento delicado, frente a toda una sociedad como la catalana ha de poseer, por fuerza, unas características y condiciones que le ameritan para ser el Presidente de mi club y para desembarcar en él con todo su equipo. La pena sería que, si le votáramos ahora, lo tendríamos poco tiempo como Presi, porque la independencia de Catalunya es un hecho imparable.
Entonces, ¿qué?. El refrán dice que “vale más malo conocido que bueno por conocer” Hay refranes que son retrógrados, reaccionarios e inmovilistas. Porque ¿quién es el malo conocido? Probablemente casi todos los miembros del consejo dimisionario. ¿Hemos de escoger al nuevo presidente entre los de esa lista? Y, por otra parte, ¿quién es el bueno por conocer? ¿Habrá alguien que se atreva a concurrir a unas elecciones que ya tienen ganador, de muy antemano, pues nuestros votos son una auténtica mierda al lado del poder económico de la acciones?
“Mala peça al taler..! El Espanyol bajará a segunda y los miembros de este triste consejo aún estarán, decidiendo cómo vuelven a repartirse el pastel.