En mayo de 2016, la dirección deportiva del Espanyol, encabezada por Ángel Gómez, el consejero delegado, Ramon Robert, y el acabado de aterrizar presidente, Chen Yansheng, se entrevistaron con los tres candidatos al banquillo en el primer año del proyecto de Rastar: Quique Sánchez Flores, Míchel y Paco Jémez. Tras ese casting del que salió vencedor Quique, Jémez acabó fichando unos meses más tarde por el Granada. Tras una extensa y prolífica carrera en los banquillos, acaba de hacerse cargo de la dirección técnica de la UD Ibiza, a la cual aspira de la mano de su propietario, Amadeo Salvo, a llevarlo en unos años a la máxima categoría.

Paco Jémez ha sido el invitado especial este lunes al twitch de nuestro compañero Javier de Haro, donde ha recordado aquel episodio que pudo haberlo convertido en técnico de ese primer proyecto Chen. Antes de venir a Barcelona, hablo con el entonces director deportivo, el citado Ángel Gómez, y estuvieron planificando un equipo: “Es un profesional tremendo; cuando acabé mi etapa en el Rayo Vallecano surge la posibilidad del Espanyol, no como algo seguro sino que la nueva propiedad que llega, de origen chino, me llaman y me dicen que quieren reunirse conmigo. Fui a Barcelona, hablé con ellos, y entiendo que había otras posibilidades porque eligieron a Sánchez Flores. Ángel Gómez quería que yo fuese el entrenador del Espanyol si le hubiesen dejado libertad para elegir hubiese sido el entrenador perico. Hubiera sido muy bonito, entrenar al Espanyol sería un orgullo, algo muy bonito, es lo más cercano que estuve de entrenar aquí”.
“Yo no sabía que luego iban a hablar con Quique, si no, no hubiese venido. Sin criticar a nadie, se ha puesto de moda el casting de entrenadores; me faltan los presidentes de antes, el tipo que se sienta frente a ti y te diga, ‘quiero que seas mi entrenador’. Si sé que se reúne con cuatro no voy, para mí es muy importante la confianza y si han hablado con cinco o seis compañeros que no tenemos nada que ver, parece que no saben muy bien por qué camino tirar”, ha reconocido Jémez, que no sabía que incluso el día antes de su cita con la directiva perica hablaron con Míchel.
“Estuvimos hablando una media hora, con un traductor, me preguntaba cosas y le respondía. Muy educados, me atendieron, me sacaron los billetes de ida y vuelta, fueron muy atentos, el trato que tuvieron conmigo fue exquisito. Me fui muy ilusionado, el problema no es que creyera que me iban a elegir, es que entendí que en el momento que se reunían conmigo era el único, y parecía que les gustó lo que dije, que querían un juego alegre. No hablamos absolutamente nada de dinero, y allí quedó el tema. Luego me enteré por los medios que eligieron a QSF, y ahí quedó todo”, recuerda el preparador: “Cuando te sientas con un presidente y no se aborda cuanto cobra, o es que van muy sobrados o que esperarán a reunirse con otros técnicos. No se dio ese tipo de negociación, esas cosas no se hablaron. Si te sientas con alguien, sobre todo siendo extranjero, al salir y no se ha tratado de muchas cosas que se tratan en una negociación, entiendes que es raro. Esta gente que llegó iba a tomar la determinación ellos mismos, sin contar con nadie, si no estaba Ángel Gómez que era el director deportivo… Lo normal es que te apoyes con alguien de la casa, que para algo están. Luego, no me llaman más; ya intuí que no iba a ser y al pasar unos días viendo que daban a Quique como entrenador, entendía que había que ir mirando otras cosas”.
“Ha sido la única oportunidad que he tenido de ir al Espanyol; ¿si me gustaría venir? Muchas veces se utiliza esa pregunta cuando te entrevistan, tú dices que te gustaría ir a un club desde el respeto, y para nada para interponerte entre el actual entrenador y tú, y siempre hay algún retrasado que lo utiliza. Ojalá podamos trabajar juntos algún día Ángel y yo, vemos el fútbol de manera parecido y es muy importante la confianza que tenemos”, reflexiona el preparador.
“No conozco personalmente a Manolo González, sé de él desde que cogió el equipo tras la destitución de Ramis, del que soy muy amigo. Me sorprendió mucho lo que pasó, este mundo del fútbol es muy complicado y entenderlo todo es muy complicado, estoy seguro de que estaba capacitado para llevar al Espanyol a Primera como hizo Manolo, estuvo mucho tiempo y no sé qué paso, me sorprendió mucho su destitución”, reconoce el preparador canario: “Luis Miguel Ramis es un profesional tremendo, y por el afecto que le tengo creía que éste era el proyecto que necesitaba para dar el salto a Primera división, que acabará dándolo”.
Jémez valoraba también lo vivido el sábado en Cornellà-El Prat, con la grada aclamando a Manolo González: “No es fácil que eso ocurra, cuando los resultados no van bien el primero que cae es el entrenador. Espero que con la victoria del otro día ponga al equipo en una situación mejor, pero por mucho que la afición quiera a un entrenador si no acompañan los resultados más tarde o más temprano te acaba costando el puesto”. Sobre si ve a la plantilla blanquiazul capacitada para lograr la permanencia, recuerda que “hay mucha igualdad por la parte de abajo. En Primera división los entrenadores que ascienden a los equipos desde Segunda y se quedan, los acaban cesando pronto. No es un objetivo fácil, te has de reforzar muy bien, no todos los equipos que ascienden tienen la capacidad para hacer los fichajes necesarios para no hacer un equipo solvente en una categoría superior, por eso dicen, ascenso y puerta, y viendo la estadística, tienen razón”.
Jémez también ha hablado de un hombre al que añoran muchos pericos: “Raúl de Tomás es un jugador excepcional, pero me da pena que su trayectoria no haya sido más equilibrada. s un jugador de equipo grande, pero por la razón que sea no ha acabado de cuadrar en determinados sitios, y eso que es uno de los mejores delanteros que he tenido, tiene una gran técnica. ¿Si me lo traería al Ibiza? Ahora mismo…”