Lo que parecía un paso “histórico” para la internacionalización del fútbol español ha acabado en una marcha atrás de manual. LaLiga ha confirmado este martes por la noche que el Villarreal – Barça, previsto para el 20 de diciembre en Miami, no se jugará finalmente en Estados Unidos, sino en el Estadio de la Cerámica. La decisión llega tras días de tensión creciente y una protesta sin precedentes por parte de los futbolistas de Primera división.
En su comunicado, LaLiga no disimula su decepción: “Este proyecto representaba una oportunidad histórica e inigualable para la internacionalización del fútbol español”. La promotora Relevent, con la que Tebas firmó una joint venture de 2.000 millones en 15 años, decidió finalmente cancelar la organización del evento por “la incertidumbre generada en España en las últimas semanas”.
Esa «incertidumbre» a la que apela LaLiga en su comunicado tiene que ver con el rechazo generado en el fútbol español. Todos los partidos de la última jornada arrancaron con 15 segundos de parada en una protesta organizada por AFE ante la nula información por parte de LaLiga sobre este partido.
🚨 NOTA INFORMATIVA.
LALIGA informa de la cancelación del Partido Oficial en Miami, una oportunidad histórica para la internacionalización del fútbol español. Seguiremos trabajando por una competición global, moderna y competitiva.https://t.co/DpsR4PnXLf
— LALIGA Corporativo (@LaLigaCorp) October 21, 2025
De Miami a Vila-real: sorpresa generalizada tras el anuncio de LaLiga
La noticia pilló con el pie cambiado a todos los implicados. En Montjuïc, justo después del triunfo del Barça ante el Olympiacos, la información corrió como la pólvora. Joan Laporta había dicho por la tarde: “Soy el presidente del Barça e iremos a jugar a Miami el 20 de diciembre”. Pero pasadas las 23h, el club emitía otro comunicado muy distinto: aceptaba la cancelación y lamentaba la oportunidad perdida.
En Villarreal, el caos era similar. Movistar+ captó el momento en el que Fernando Roig Negueroles se enteraba de la noticia en pleno palco. Marcelino también se mostró indignado: “Es una falta de respeto absoluta hacia los dirigentes, hacia el club y hacia la afición del Villarreal publicar un comunicado en el descanso de un partido diciendo que no se hace algo que estaba previsto”, soltó tras caer ante el City.
La protesta de los futbolistas fue clave para que LaLiga reculara
La cancelación como decimos no fue casual. Fue el resultado directo de la presión conjunta de los jugadores de los 20 equipos de Primera, que orquestaron una protesta simbólica el pasado fin de semana: pararon el juego unos segundos tras el pitido inicial en señal de desacuerdo. El primer gesto visible fue el del Oviedo – Espanyol del viernes, que abrió la jornada con ese parón pactado… aunque no retransmitido.
LaLiga intentó minimizar el gesto e incluso lanzó advertencias de “consecuencias indeseadas” si los jugadores persistían. Pero fue LaLiga la que acabó cediendo. Como dijo la AFE tras el anuncio: “Los futbolistas han demostrado su fuerza donde saben hablar, en el terreno de juego”.
El Espanyol, protagonista del primer gesto de protesta en Oviedo
Uno de los primeros en alzar la voz fue Leandro Cabrera, del Espanyol. En zona mixta fue directo al grano: “Solo pedimos respeto y coherencia”. El defensa explicó que la pausa fue pactada entre todos los jugadores, y lanzó una crítica a la patronal: “La pasada semana se pidió una reunión con LaLiga, no pudieron, daban cita para la semana que viene, cuando ya estaba todo vendido. No tiene sentido”.
Incluso cuestionó el relato de LaLiga sobre la transparencia: “Si todo es tan honesto, ¿por qué no se habla?”. Y cerró con una ironía sobre cómo se evitó mostrar la protesta en la retransmisión del partido: “Luego habrán filmado unos pájaros en el techo, normal… no lo entiendo, sinceramente”.
La AFE celebra una victoria colectiva del vestuario de Primera
Desde la Asociación de Futbolistas Españoles se ha celebrado el resultado como un triunfo colectivo: “Estamos orgullosos de la unidad y la resistencia a las presiones de los últimos días”, afirmaron en su comunicado. Insistieron en que la fuerza del jugador está en el campo, y en este caso ha quedado demostrado.
El gesto iniciado por los jugadores del Espanyol y el Oviedo fue rápidamente replicado por el resto de equipos, demostrando que el vestuario, cuando se une, puede marcar goles también fuera del terreno de juego.
