Gerard Piqué sigue dejando evidencias de que su obsesión con el Espanyol ha alcanzado límites enfermizos, casi patológicos. El ex futbolista, ahora embarcado en diferentes aventuras empresariales que hay que decir que no están siendo coronadas precisamente por el éxito -sólo hay que ver dónde ha llevado al Andorra, y el “grato” recuerdo que está dejando en el Principat- y que también es conocido por sus recurrentes provocaciones, aprovechó su paso por el programa La Revuelta de David Broncano, emitido en el canal público TVE, para evidenciar, una vez más, una fijación con el club perico que, lejos de disminuir tras su retirada del fútbol profesional, parece crecer con cada nueva intervención pública.
La excusa, esta vez, vino de la mano de su más reciente y polémica propuesta: un amistoso entre el RCD Espanyol y la selección española de la Kings League. Un planteamiento que era una burla, no una invitación seria, y tenía un objetivo, tal y como dejó entrever en sus declaraciones durante el programa.
“Pues sí, escribí al Espanyol para jugar. Pensé un equipo que esté cerca de casa y que tuviera nuestro nivel y pensé, el Espanyol. Pero que de verdad lo creo que tienen nuestro nivel, si no, lo diría”, afirmó Piqué, ansioso por sacar el tema, reafirmando con una sonrisa lo que para los pericos no deja de ser un nuevo intento de desprestigiar al club.
David Broncano no dudó en cuestionarle directamente: “¿Por qué te gusta tanto joderles?”. Una pregunta que provocó otra respuesta cargada de ironía por parte del ex jugador: “Cuando me meto con ellos llevaría mal la indiferencia, pero es que salen todos rabiosos enseguida contra mí”. “Te has equivocado al coger al Espanyol. Viendo el nivel que tiene últimamente, tendrías que haber cogido al Barça”, le rebatió desde el público un espectador que curiosamente se identificó como seguidor culé, descolocando al ex futbolista, cuyas palabras, más allá de lo anecdótico, reflejan el profundo desprecio que sigue mostrando hacia el club blanquiazul y su afición.
Esta nueva aparición mediática de Piqué coincide con un contexto muy poco favorable para su figura, ciertamente en cotas mínimas a nivel de prestigio. Entre sus crecientes polémicas personales y empresariales, el hundimiento de algunos de sus proyectos y la sombra de posibles implicaciones legales, como su supuesta participación en la intermediación del contrato de la Supercopa de España -en la que la UCO lo señala como “parte activa”-, el ex defensa parece más interesado en desviar la atención con ataques hacia el Espanyol que en resolver sus propios asuntos. Incapaz de gestionar la indiferencia, parece encontrar en el RCDE el refugio ideal para su necesidad enfermiza de protagonismo.
