Después del desastre en Butarque, con ese 3-2 que dejó tocado al Espanyol justo cuando parecía que lo tenía todo a favor, han vuelto a salir nombres propios en el debate perico. Dos en concreto. Pol Lozano y Alex Král. Dos centrocampistas que, por motivos muy distintos, están ahora mismo en el centro de todas las conversaciones. Uno por su ausencia y lo que supone. El otro, por su presencia… y lo poco que está aportando.
Empezamos por Pol Lozano, que no pudo jugar en Leganés por culpa de una molestia que arrastra desde hace semanas en el recto anterior. En concreto, una cicatriz que le está dando guerra y que compromete seriamente su presencia en el derbi contra el Barça. Y eso, para el Espanyol, sería un drama en toda regla. Porque no es solo un tema físico, es que el equipo se cae sin él. Literal.

Ahí están los datos: las últimas cinco veces que Manolo no ha podido contar con Pol, el Espanyol no ha ganado ni una. Jornada 12, 3-1 en el Camp Nou; jornada 13, empate a uno ante el Valencia; jornada 23, derrota 2-1 ante la Real Sociedad; jornada 28, otro 2-1 en Mallorca; y por último, la de este domingo en Butarque. Para encontrar la última victoria sin él hay que irse a septiembre del año pasado, jornada 5, ese 3-2 al Alavés. Desde entonces, sin Pol, el equipo simplemente no funciona igual. Es equilibrio, es orden, es ritmo. Se ha ganado el sitio con trabajo, y ahora se nota cuando no está.
El contraste es doloroso si lo ponemos al lado del caso Alex Král. El checo fue una de las sensaciones en la primera vuelta. Jugador con jerarquía, físico, recorrido… pero su bajón en la segunda parte de la temporada ha sido brutal. En Butarque firmó una actuación para olvidar: intrascendente con balón, sin peso en el juego y sin aportar nada en tareas defensivas. Fue un alma en pena. Y eso que partía como titular.

Tanto es así que ya hay voces que dan por hecho que difícilmente volverá a vestir de blanquiazul en lo que queda de temporada. Manolo ha perdido la confianza, y la afición también. Lo curioso es que el Espanyol tiene un pacto con el Union Berlin para hacerse con el jugador en propiedad. La operación está pendiente de que el club y el futbolista acuerden las condiciones económicas, pero vista la deriva de Král, lo lógico sería repensárselo. Porque hoy por hoy, no justifica la inversión.
Mientras uno es duda y se le echa de menos en cada jugada, el otro está pero no se nota. El centro del campo del Espanyol, que en muchos momentos del curso fue la base del equipo, llega al derbi en cuadro y con más incógnitas que certezas. Si Pol llega, será una bendición. Y si no, tocará rezar. Porque lo que está claro es que con Král como está ahora, el Espanyol no tiene centro. Y sin centro, contra este Barça… mal asunto.
