La cuenta atrás ha comenzado. Con Valladolid y Las Palmas ya descendidos matemáticamente, solo queda un equipo por caer al abismo de Segunda división. Espanyol y Leganés se jugarán la permanencia en la última jornada de LaLiga EA Sports, en un desenlace de máxima tensión. Y en este escenario, la inteligencia artificial también ha tomado la palabra: el superordenador de Opta ha actualizado sus cálculos tras la jornada 37, y las cifras reflejan un equilibrio que anticipa un final agónico.
Antes de disputarse la penúltima jornada, los modelos de Opta situaban al Espanyol con tan solo un 4,91% de probabilidades de descenso, frente al 84,53% que asumía el Leganés. La victoria de los madrileños y la derrota del conjunto blanquiazul en El Sadar han trastocado por completo las estimaciones. Ahora, con un solo encuentro por disputarse, el Espanyol presenta un 28,49% de opciones de perder la categoría, mientras que el Leganés mantiene un 71,51%.
La herramienta, basada en miles de simulaciones de los partidos restantes, proyecta además que el Espanyol terminará el campeonato con 40,80 puntos, mientras que el Leganés lo haría con 39,01. Una diferencia mínima que ilustra lo ajustado del desenlace. En cualquier caso, el conjunto dirigido por Manolo González mantiene una ligera ventaja, ya que depende exclusivamente de sí mismo: si gana a Las Palmas en casa, estará salvado, sin importar lo que ocurra en el otro duelo.
El funcionamiento del superordenador de Opta se basa en un modelo estadístico que combina los Power Rankings elaborados por la propia compañía —calculados a partir del rendimiento reciente e histórico de cada equipo— con los datos del mercado de apuestas. A partir de estas variables, estima las probabilidades de victoria, empate o derrota en cada encuentro y simula el desenlace de la competición miles de veces para obtener predicciones consolidadas.
La principal conclusión que deja esta última actualización es clara: aunque el margen se ha reducido significativamente respecto a fechas anteriores, el Espanyol sigue teniendo la salvación en su mano. Eso sí, con un margen de error ahora mucho más estrecho.

