Pau López, uno de los tristes protagonistas del encuentro, en primer lugar por lo que aún coleaba de los derbis del mes de enero, ya que cada vez que tocaba el balón recibía una monumental pitada, y en segundo por el grave error que cometió en el gol de Rafinha, igual que hizo su entrenador, quiso quedarse con que “se ha logrado la permanencia”. Aunque no escondió que “el resultado no es bueno y por lo tanto no nos vamos contentos a casa, es un sentimiento un poco contradictorio porque por una parte está contento por haber logrado el objetivo, pero enfadado por la goleada”.
El segundo gol, mortal
Des este partido para olvidar, el meta perico destacó que “en la Primera parte creo que hemos estado muy bien y ellos no sabían qué hacer, pero creo que en la reanudación, el segundo gol nos mata y a ellos les da más tranquilidad. Nos ha costado entrar, hemos cometido fallos individuales, como el mío, y eso ha marcado el desenlace final”.
Ajeno a todo
Pese a que la situación que le tocó vivir fue un tanto hostil, y más teniendo en cuenta las declaraciones que hizo en las que dijo abiertamente que no quería que el Barça ganara la Liga, el de Regencós hizo oídos sordos y fue a lo suyo. “Es divertido todo en general, está bien, ya que forma parte del derbi. Mola que te aprieten porque sirve para motivarte”, apuntó con un cierto punto irónico.
Y finalmente, respecto al fallo en el blocaje del balón en el último gol, Pau reconoció que “se me escapa. No tengo nada más que decir al respecto”.