El Espanyol necesita que su gente se enganche a la magia de Darder, a los goles de RDT, a las carreras de Pedrosa y Óscar Gil, a la garra charrúa de Cabrera, a las paradas de Diego… El club blanquiazul necesita una rebelión de las masas pericas para que el RCDE Stadium vuelva a lucir las mejores galas con una afluencia destacada de aficionados.
La fuerza del equipo se ha demostrado en el presente curso que está en su feudo. 28 puntos en casa que permiten vivir con holgura al equipo. Y es que en una hipotética clasificación de los mejores locales, el conjunto de Vicente Moreno estaría en puestos europeos con una sexta posición. Paradójicamente, la presencia de aficionados al estadio ha disminuido y este es el siguiente reto del club: enganchar de nuevo al seguidor.
Volvió el aforo a los estadios al 100%. Una excelente noticia después de dos años de restricciones a causa del COVID-19, aunque –estragos por el coronavirus al margen– lo cierto es que a la parroquia perica le cuesta volver donde solía y la presencia en las gradas de los aficionados ha quedado mermada.
En descenso
El templo blanquiazul, atendiendo a su capacidad (40.000) y a la afluencia de espectadores en cada partido, figura en la penúltima posición de la clasificación de LaLiga tras los 15 encuentros disputados en casa durante la presente temporada. La media es del 43,7% o lo que es lo mismo 17.697 aficionados. Solo el Celta está por debajo con un 32,9% y 9.535 seguidores.
El récord de este curso son los 25.049 espectadores que presenciaron el derbi. También se registraron buenas entradas contra Real Madrid (23.337) y Sevilla (24.897). Por el contrario, el aforo más bajo estuvo frente el Villarreal, 11.095 almas, en el primer encuentro del curso, aunque debido en parte a las limitaciones que marcaba la pandemia. Una similar cifra se obtuvo ante el Elche, 11.670, sin prácticamente restricciones, pero con el hándicap de ser un lunes a las nueve. En otro encuentro entre semana, un miércoles, acudieron 14.254 personas en el enfrentamiento ante el Alavés.
Desgraciadamente, si echamos la vista atrás los números cantan en este aspecto con un descenso progresivo de parroquianos. En el estreno del RCDE Stadium, hace ya casi trece años, la media de asistencia de la primera campaña fue de 28.000 espectadores. Y desde entonces la cifra ha ido disminuyendo temporada tras temporada, valiendo como ejemplo que la media del año de la última clasificación europea fue de 19.389 espectadores.
El club ha intentado cambiar esta tendencia durante esta temporada poniendo en marcha diversas promociones para incentivar la presencia de público. Frente al Sevilla, se podían retirar dos entradas adicionales a 10 euros cada una; contra el Getafe cada socio podía retirar dos entradas gratuitas para menores de 16 años y ante el Mallorca se anunció una campaña dirigida a los socios y abonados con entradas a 5, 10 y 20 euros, según el día de la semana que se adquiriesen.
“Desde el club estamos contentos porque ha habido una gran respuesta del público en la compra de entradas, necesitamos un ambiente parecido al del partido ante el Barça, del que me quedo sobre todo con la comunión de la grada con el equipo”, comentó en su momento Vicente Moreno. Responsabilidad que también recae en el técnico para que con el juego la grada gane adeptos. Engánchate.