El Espanyol cerró la temporada con una sonrisa. Bajó el telón del campeonato de la mejor manera posible y, en cierta medida, se reconcilió con su hinchada. Logró otro triunfo de prestigio en San Mamés, con el que encadena tres victorias en este final de curso, y lavó su imagen. Los 13 puntos conseguidos con David Gallego en el banquillo, dejan un mejor sabor de boca y maquillan una floja temporada. El triunfo fue justo, pero también corto, ya que tuvieron ocasiones para golear a un Athletic decaído, que recordó al equipo perico en los últimos encuentros con Quique en el banquillo. Ayer, una vez más, se demostró que este equipo daba para más.
Golpean pronto
Los boxeadores Andoni Gago y Kerman Lejarraga hicieron el saque de honor, pero fue Espanyol el que golpeó primero. Y lo hizo con un directo que fue definitivo y que dejó groggy al Athletic casi todo el partido. El conjunto de Ziganda salió con la intención de reconciliarsea su afición, pero pronto se vio sorprendido. Un saque de esquina lanzado por Piatti fue cabeceado al fondo de las redes por David López. El central solo desde dentro del área aprovechó la pasividad de la zaga local para superar a Kepa.
Con el marcador a favor los de Gallego, ayer con Clavero en el banquillo, estaban muy bien posicionados en el verde y apenas dejaban huecos a un Athletic algo impreciso. El tanto les dio confianza y su juego fue a más. Tenían muy claras las ideas y, cuando recuperaban el esférico, salían con mucho peligro. Sergio García estuvo cerca de quedarse solo ante el meta vasco, justo antes de que Aduriz controlara mal un esférico dentro del área y rematara alto en la mejor ocasión para los de Ziganda en el primer tiempo. El partido estaba bonito. Nadie renunciaba al gol y Baptistao cabeceó un poco alto un centro de Dídac.
Cada vez más peligrosos
A medida que transcurrían los minutos, los blanquiazules cada vez llegaban con más facilidad y claridad. Tras un cabezazo desviado de Williams, el Espanyol tuvo varias ocasiones para anotar el segundo. Había crecido y se atrevía a todo. Una gran acción de Baptistao, con recorte y pisadita incluida, no pudo ser rematada con precisión por Gerard, mientras que poco después, Sergio García y Piatti no podían culminar dos buenos contragolpes. Los de Gallego llegaban al descanso tras dejar muy buenas sensaciones, demostrando mucho más empaque que el rival y perdonando el segundo tanto. La renta era corta.
En el inicio de la segunda parte, el conjunto del ‘Cuco’ no pareció dar un paso al frente. El Espanyol seguía teniendo el partido controlado, no pasaba apuros en defensa y llegaba bien arriba, en parte gracias a un Baptistao que ha acabado el curso en un buen momento de juego. Precisamente una acción suya no pudo ser aprovechada por Gerard y Piatti para anotar el segundo. Y poco más tarde, el brasileño se cruzó medio campo, tras un servicio del ‘7’ perico, pero al entrar al área se le fue un poco el último pase y Córdoba toco ligeramente. Hubo contacto, pero el colegiado no señaló nada. En medio de estas dos acciones, Kepa sacaba un buen remate de Sergio García.
Control total
Los espanyolistas le estaban dando un repaso a los bilbaínos, pero estaban perdonando el segundo, mientras que el Athetic solo inquietó en un remate de Lekue al lateral de la red. Gerard y Melendo lo probaron en los últimos compases en los que el Espanyol se adueñó totalmente del esférico. A diferencia de otras ocasiones en las que achicaba agua para mantener el resultado, ayer lo que hizo fue hacerse con el balón, ya que si lo tenía no le crearían peligro. Sin pasar apuros se logró una victoria con la que se cierra una liga que todos nos pensábamos que ser haría larga y al final se nos ha hecho corta.