Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ está ante una de las oportunidades de su vida. El técnico de Vilassar de Mar, a sus 48 años, se convertirá en el nuevo entrenador del Espanyol. Rubi ya ha entrenado en la máxima categoría del fútbol español, pero las dos veces fueron en circunstancias de urgencias (cogió al Levante y Sporting en situaciones muy difíciles y no pudo salvar la categoría). Ahora le llega la oportunidad soñada, la de empezar un proyecto. Y encima lo hará en el Espanyol, en su casa, en el club en el que ya estuvo y conoce.
Con Òscar Perarnau, al que conoce perfectamente de su etapa en el Espanyol B ya que el actual director general deportivo era el técnico del Juvenil A en esa época, Rubi empezará de cero. Quieren apostar por otra filosofía de plantilla y de estilo de juego distintos a los de la anterior etapa. Le gusta decantarse por el toque, por el juego ofensivo antes que por el conservador. Su apuesta es un reflejo de su manera de actuar cuando era futbolista.
Tres años en el filial
Su táctica alegre que sorprendió, en Tercera con el Vilassar de Mar en la 2001-02, equipo en el que empezó a despuntar en el banquillo y con el que colgó las botas, llamó la atención a mucha gente del fútbol catalán. Pero su oportunidad en el conjunto blanquiazul aún le quedaba lejos. Tuvo que seguir creciendo en L’Hospitalet y Sabadell. Hasta que el verano de 2005, los responsables deportivos no dudaron en apostar por él para que el filial perico volviera a Segunda B. Y no falló. Ascendió.
La segunda temporada el equipo ofreció un buen rendimiento, pero en la tercera los resultados no llegaron y fue cesado en la segunda vuelta. Concretamente, Rubi dirigió su último partido el 9 de marzo en el campo del Sabadell. Tras dejar el club, entrenó al Ibiza y Benidorm, pasando uno de los momentos más complicados de su carrera, en los que incluso pensó en dejarlo.
Por suerte, el Girona le recuperó para el fútbol. Y en Montilivi volvió a mostrar su calidad y peleó por el ascenso. Su fútbol ofensivo, una vez más volvió a llamar la atención y el Barça le incorporó a su cuerpo técnico, donde se reencontró con Jaume Torras, con el que ha formado un gran tándem. Con el Valladolid, en la 2014-15, volvió a acariciar el ascenso. Finalmente, a la tercera lo ha conseguido con el Huesca.
Ahora, empezará su tercer curso en Primera. Y como dice el refrán esta es la buena. Él se lo merece y el Espanyol todavía más.