Borja Iglesias es una de las sensaciones de LaLiga. El delantero, con seis goles en sus primeros 11 partidos oficiales en la élite del fútbol español, ha superado con creces todas las expectativas fijadas en él con la oficialidad de su llegada. Pero no solo eso, si no que además de los goles en el vestuario alaban su trabajo con y sin balón sobre el terreno de juego.
Borja, que aterrizó en el Espanyol a cambio de diez millones de euros que se ingresaron en las arcas del Celta de Vigo, tiene una clausula de rescisión de 28 millones de euros. Durante las negociaciones, y en un primer momento, se fijaron 20; sin embargo, los pericos lucharon por subirla ocho millones más.
Ahora bien. El pacto alcanzado estipula que no puede subirse más. Por lo menos, ahora. Y, si algún club se fija en el delantero, podría incorporarlo a cambio de 28 millones de euros.