Cambio de planes en el Espanyol que os puede avanzar ‘La Grada’. Pese al aval que hasta ahora Chen Yansheng había depositado en el director deportivo Domingo Catoira, el presidente ha decidio escuchar el clamor de la afición que apostaba por un relevo y se optará por un cambio. Considerado por la afición uno de los grandes responsables del descenso a Segunda división por la pésima planificación en el pasado mercado de verano, Catoira tenía un año más de contrato, pero se ha optado por su relevo, que será anunciado en breve. Por lo que respecta a su sustituto, está en la agenda un nombre con experiencia en la máxima categoría.
Domingo Catoira llegó al Espanyol el año 2019 para ejercer de secretario técnico, tiempo después de haber sido despedido del Valencia CF, y cuando el club blanquiazul decidió destituir a Rufete en la recta final de la temporada 2021-22, a la cumbre del área deportiva con el objetivo de tomar el control de una entidad que pretendía dar un paso adelante la siguiente temporada. “Queremos reilusionar a la gente, acercar el club, que la afición se sienta identificada con el equipo y viceversa, que se produzca esta sinergia que nos permita alcanzar objetivos. Estoy convencido», explicaba Catoira el día de su presentación, marcando unos objetivos que en ningún caso se han visto cumplidos. Su nefasta gestión del mercado de verano 2022, totalmente condicionada a la venta de Raúl de Tomás, fue un absoluto despropósito; el resultado, una plantilla desequilibrada con algunos fichajes incomprensibles y posiciones mal cubiertas. La entidad dio salida a Diego López, David López, Embarba, Vargas, Melendo, Oier y Raúl de Tomás, mientras que llegaron al RCDE Stadium Edu Expósito, por 4,5 millones, Álvaro Fernández, a préstamo por 400.000 euros, Lecomte, Vini y Dani Gómez, cedidos, Lazo, Braithwaite, Joselu y Brian Oliván; a excepción de estos tres últimos, el resto de incorporaciones ha tenido en el mejor de los casos un papel discreto. Mención especial merece la no contratación del tan necesario central -la operación César Montes cayó en el último momento-, la búsqueda infructuosa de un portero, una posición clave en la que se sucedieron los nombres y las probaturas, y no dotar a Diego Martínez de los extremos tan necesarios para aplicar su sistema, una serie de decisiones que unidas al hecho de que al llegar tarde y mal la venta de Raúl de Tomás se frustró la revolución prometida al gallego desembocó en el malestar del entrenador. Posteriormente, en vista del desaguisado, se hizo una gran inversión en el mercado de invierno, invirtiendo, 13 millones de euros repartidos en ahora sí, César Montes, Pierre Gabriel, Denis Suárez, José Gragera y Fernando Pacheco. Hombres algunos que dieron un buen rendimiento, pese al cual no se pudo conseguir el objetivo de salvar la categoría. Hay que apuntar que la relación de Catoira con el vestuario era muy tensa, algo incompatible con la misión de trabajar en la continuidad de futbolistas que se consideraban clave para luchar por el ascenso y poder confeccionar una plantilla compensada y competitiva.