Sigue el Espanyol ilusionando e ilusionado. Aferrado a la zona alta de la clasificación, invicto en casa y derrotando con justicia al Villarreal, auténtica bestia negra en las últimas campañas. Todo ello, por supuesto, sería imposible sin que los jugadores se dejaran el alma en cada acción y sin la idea de fútbol de un Rubi que ha llegado como un soplo de aire fresco tras el sopor de la última campaña. El aficionado perico vuelve a disfrutar de su equipo y espera con ansias que llegue el fin de semana para volver a verlo en acción.
El juego, ofensivo y atractivo, se ve acompañado por unos números fuera de toda duda. Los registros tras ocho jornadas disputadas son de equipo grande, de aquellos que quieren luchar por cotas altas en la recta final del campeonato liguero. Frente al Villarreal se lograron por primera vez esta campaña tres goles, cifra que no se conseguía en un mismo encuentro desde la penúltima jornada de la pasada campaña, cuando se venció por 4-1 al Málaga, y se suman cinco dianas en los dos últimos duelos. Estos goles forman parte de los 11 que ha anotado en total el Espanyol hasta el momento, cifra que no se sumaba a estas alturas de campeonato desde la campaña 2013-14; en la anterior también se anotaron 11 dianas tras ocho jornadas, cifra tan solo superada en los últimos cursos en la 2007-08, en la que se marcó uno más, 12. Los mejores registros en las últimas campañas los encontramos en la 1997-98 y 1995-96, con 14 dianas tras el citado número de encuentros disputados.
La zaga, también clave
Si los registros en ataque son de los mejores en los últimos años, lo mismo ocurre en defensa. Tras el tanto de Toko Ekambi el Espanyol ha recibido siete goles, una media de menos de uno por jornada. Dicha cifra es la segunda mejor de este siglo junto a la 2003-04, en la que se cedieron el mismo número de goles, y solo superada por la de la campaña 2004-05, temporada en la que tras ocho jornadas tan solo se cedieron cinco dianas con el camerunés Carlos Kameni en la portería.
Son días de vino y rosas para el Espanyol, que funciona como una máquina bien engrasada y contra el Villarreal no se vio frenado tras encajar el empate por primera vez esta campaña. Todo son buenas noticias para los blanquiazules tras el último duelo antes de un parón que será muy diferente al último vivido, al que se llegó tras caer de forma dura en Mendizorroza. Ahora sí que sonreímos y con razón. 14 puntos, en quinta posición y a dos del liderato no es para menos. Tenemos dos semanas por delante para disfrutarlo. Aprovechémoslo.
