El fútbol casi siempre suele premiar al que más se lo merece y el Espanyol hizo más méritos para llevarse los tres puntos de Girona. Liderados por un Darder al que se le da muy bien Montilivi, los blanquiazules lograron una victoria que les ha de dar tranquilidad para afrontar la recta final del campeonato. Si el año pasado el de Artà asistió a Gerard Moreno para que lograr los dos goles en la victoria por (0-2) ante los gerundenses, ayer dio otro paso al frente con dos tantos que permiten lograr un triunfo justo, necesario y merecido.
El partido se presentaba muy igualado en todos los aspectos y ambos equipos, conscientes de lo que había en juego, salieron con la clara intención de acabar con sus respectivas malas rachas y lograr un triunfo que les diera tranquilidad y les alejara de la zona peligrosa de la tabla. Los locales arrancaron con un poco más de ritmo e intensidad y Granell no tardó en avisar con un disparo que salió un poco desviado. Y poco después Wu Lei tuvo la primera clara ocasión; tras robarle el esférico a Muniesa en el centro del campo, el delantero condujo solo y desde la frontal intentó sorprender a Bono, pero su remate se fue al lateral. Y solo 7 minutos después, Darder tuvo otra buena ocasión. La defensa gerundense no acertó a despejar un balón que el ‘10’ perico remató de primeras desde la frontal poniendo en aprietos a Bono. Pese a estas dos ocasiones, el dominio era alterno. Nadie acababa de hacerse con el tempo del partido, aunque los locales parecían llevar una marcha más, aunque sus llegadas parecían ser más por demérito perico que por mérito local. El conjunto de Rubi no estaba rápido, le faltaba más velocidad y claridad de ideas en la circulación de balón, perdía muchos balones y sufría por su banda izquierda. Y estas imprecisiones y errores provocaran que el Girona volviera a adueñarse del esférico disfrutando de dos buenas llegadas poco después de que Borja no acertara a rematar un buen centro de Melendo.
Wu Lei y poco más
Con un Borja muy vigilado, las opciones de gol pasaban, en gran parte, por las botas de Wu Lei. Y el goleador asiático pudo lograr uno de los tantos de la jornada. Recogió un pase en largo de Darder y, con toda la intención del mundo, la picó por encima de Bono pero balón salió cerca de la escuadra. El Espanyol la tuvo para irse al vestuario con ventaja después de un primer tiempo igualado, algo atropellado en algunos instantes y que acabó con tensión en el terreno de juego.
En la segunda parte, tras un disparo de Lozano desde la frontal, el Espanyol no tardó en ofrecer una versión más ambiciosa. Empezó a ponerse las pilas y a crecer, y ni el gol anulado, por fuera de juego de Wu Lei, le sacó del partido. Y en medio de los mejores minutos, Darder, que se había echado al equipo a la espalda, empezó a decir aquí estoy yo. El canterano cazó un balón en la frontal del área y con un potente disparo superó a Bono.
Con el marcador a favor, los blanquiazules tenían por delante media hora para mantener su ventaja y ganar fuera de casa tras más de cinco meses. Y las sensaciones eran que esta vez sí se conseguiría; no renunciaban al segundo ante un Girona que había quedado tocado. A los de Rubi se les veía mucho mejor físicamente, pero en una de las pocas llegadas locales, el VAR señaló penalti por manos de Rosales. Cuando parecía más cerca el segundo tanto perico que el empate, a diez minutos para el final el triunfo se alejaba con el gol de penalti de Stuani. Pero Darder cambió la historia y con otro trallazo, como ya hizo en el descuento ante el Rayo Vallecano, consiguió que el triunfo no se escapara.
