Cuando la International Football Association Board (IFAB) y la FIFA aprobaron cambios en el reglamento del fútbol a nivel mundial para que se pudiesen realizar cinco cambios en lugar de tres durante los partidos y que cada equipo pueda convocar 23 jugadores en vez de los habituales 18, hubo debate al respecto de a qué equipos beneficiaba y perjudicaba esta nueva norma.
Muchos insistían en que favorece siempre a los equipos más poderosos por el simple hecho de que en teoría tienen mejores banquillos y que al entrar los suplentes no padecerían un salto de nivel, mientras que los modestos no tienen plantillas tan amplias y sí pueden acusarlo. También había quien defendía que sabiendo que muchos partidos se resuelven en los minutos finales si a un rival le das la opción que salgan jugadores frescos en ese tiempo, esa debilidad que se genera con jugadores cansados no se iba a producir.
Ayer en La Grada tv intentamos dar con las claves del bache de resultados del equipo
Sea como fuere, se consideraba al inicio de la competición que esta medida sería algo positivo para el Espanyol, en teoría la mejor plantilla de Segunda, pero lo cierto es que hay un encendido debate abierto al respecto de la poca aportación de los futbolistas que salen de refresco. AS ha realizado un estudio al respecto que arroja unas conclusiones dignas de valorar: el de Vicente Moreno es el equipo de Segunda que más cambios realiza pero no existe un impacto positivo respecto al resultado final. El técnico valenciano ha agotado los cambios en 12 de las 13 jornadas (64 sobre 65 posibles), más que Rayo (62) y Ponferradina (61), pero lo cierto es que en seis de las ocho últimas jornadas el resultado empeora desde el momento de la primera sustitución respecto al que había conseguido el once inicial. Así fue en los encuentros ante Rayo Vallecano, Mirandés, Ponferradina, Lugo, Fuenlabrada y Girona. Por el contrario, en tres ocasiones con los cambios llegaron mejores resultados que los firmados con el once inicial aún sobre la hierba: Oviedo, lo que se explica por la irrupción de un RDT que había comenzado en el banquillo, Sabadell, en que acudió al rescate Nico Melamed, y Alcorcón. La conclusión del diario es clara: si se contabilizaran los resultados conseguidos con el equipo afectado ya por los cambios se sumarían únicamente 20 puntos, lejos de los 27 de que tener en cuenta que con la clasificación real.
Evidentemente, sería injusto achacar a los reservar la culpa de esos resultados negativos, ya que hay otros factores como que su entrada coincide con los momentos en que el equipo inconscientemente o no recula para defender los marcadores a favor.
Análisis muy discutible. Si un partido lo vas ganando 2-0, y haces cambios y acabas 2-0… No se hasta qué punto se puede considerar que los cambios te han empeorado, ya que el parcial es 0-0 y que pierdes puntos…
Me parecía llamativo el titular ya que diría que solo hemos perdido 6 puntos máximo. 1 en Vallecas, 2 en Fuenlabrada y 3 contra el Girona. Los otros partidos que no ganamos, Mallorca y Tenerife fueron empate a 0 y el resto los ganamos.