Si ante el Depor se escaparon dos puntos, anoche el equipo desaprovechó una gran ocasión para ‘mojar’ en el Martínez Valero ante un Elche que no es superior al Espanyol en ningún aspecto. Sin embargo, los errores en defensa y las ocasiones falladas nos llevaron a la derrota.
La primera gran oportunidad fue para el Elche, por mediación de Herrera, que obligó a Kiko a responder con una mano antológica. En ese mismo saque de esquina, el Espanyol se llevó otro susto cuando al Elche le anularon un gol. Después de este flojo inicio, llegó la reacción. Y es que sólo la ley de la compensación explica que le anularan un tanto legal a Stuani por supuesta falta cuando había rematado impecablemente a la red un centro medido de Lucas. Después, Sergio García disparó de forma inocente a las manos de Tyton, pero en la siguiente jugada Colotto perdió la marca de Jonathas y Kiko no atinó en la salida, con lo que el brasileño cabeceó a placer el 1-0.
De nuevo el capitán perico, que daba la sensación de no encontrarse al 100% físicamente, tuvo el empate en sus botas con un remate a la media vuelta a bocajarro que sacó el meta local. El Espanyol acribillaba a su rival a base de ocasiones. Recordaba peligrosamente al último partido contra el Depor. Sólo así se explica que no entrara un remate franco de Montañés que Damián sacó bajo palos. El extremo, por cierto, reclamó un penalti.
Pero la segunda parte no empezó nada bien. Álvaro se vio obligado a cometer una falta peligrosa sobre Jonathas cuando le habían desbordado. Y en el lanzamiento de la misma, Lombán envío el balón al larguero. Y de nuevo el brasileño volvió a hacer daño tras un buen servicio de Víctor Rodríguez, pues entró por el centro y fusiló a Kiko.
Eran minutos de zozobra, pese a que Sergio García sacó una falta, que tocó en un defensa, y se marchó por milímetros. Los centrales pericos, que tan buenas sensaciones están dejando durante toda la temporada, ayer tuvieron una noche negra. Álvaro cometió un penalti innecesario sobre Jonathas que, por fortuna, no fue decretado.
Sergio González intentó reaccionar moviendo el banquillo, pero poco cambió la decoración. La pesadilla brasileña volvió a colarse por enésima vez entre los centrales y Kiko salvó milagrosamente el tercero. Jordán, que había salido por Álex Fernández, botó una falta y Stuani remató desviado cuando apenas tenía oposición. Llegaban pequeños brotes verdes. Rodrigues vio su segunda amarilla, dejando al Elche con uno menos para el último cuarto de hora. El Espanyol aprovechó esta pequeña brisa a favor para desaprovechar una ocasión clarísima de Salva Sevilla, que acababa de entrar y pifió de forma incomprensible un disparo fácil. Y un cabezazo de Stuani precedió al 2-1. Cañas, con un obús desde la frontal, provocó un penalti por mano de Domingo Cisma (vio su segunda amarilla) que Stuani no desaprovechó. Pero el Espanyol fue presa de la precipitación con dos hombres más en los últimos diez minutos (seis reglamentarios y cuatro más de añadido). Incluso fue el Elche el que tuvo la más clara con un disparo al palo.