Parece que fue ayer, pero el Espanyol ya lleva más de cinco años disfrutando del Power8 Stadium y mañana cumplirá su centenario en el campeonato liguero. 100 partidos que han dado para mucho. Para grandes alegrías, como la primera victoria oficial en Cornellà, y con un marcador emotivo como aquel 2-1 ante el Málaga, un mes después del fallecimiento de Dani Jarque; el 3-0 ante el Atlético de Madrid; el 4-0 y 4-1 al Zaragoza y Real Sociedad, respectivamente, en la segunda campaña y en la que el equipo ganó los siete primeros encuentros en casa; el 5-1 ante el Rayo Vallecano, en el que Kalu Uche logró el único hat-trick que un perico ha marcado, hasta la fecha, en el Power8 Stadium; los cinco partidos que se ganaron seguidos en casa con Javier Aguirre, en la 2012-13, y que fueron el inicio de una gran remontada y el ilusionante principio del año pasado con las victorias ante el Athletic Club y Valencia. Y para disfrutar de grandes jugadores como Osvaldo, Coutinho, Sergio García, Verdú, Pareja… por citar algunos. 77 futbolistas han jugado, como mínimo, un encuentro de liga, siendo el canterano Éric Bailly el último en estrenarse en casa en un encuentro de Liga, mientras que 36 han marcado algún tanto, siendo Osvaldo, Verdú, Sergio García y Stuani los principales goleadores.
Pero no todo han sido alegrías y estos cinco años también han tenido días duros como la goleada ante el Racing de Santander (0-4) en el año del debut; el 0-2 ante el Getafe, el 25 de noviembre de 2012 que significó el final de la era de Mauricio Pochettino en el banquillo, así como la mayoría de finales de temporada, en los que el equipo se deshinchó cuando podía pelear por algún objetivo más ambicioso que la salvación. Todo esto ya forma parte de una bonita historia que empezó el 2 de agosto de 2009.
Desde ese día, el estadio está cumpliendo con su idea inicial, la de ser un campo multiusos. Además de los encuentros de fútbol, se han celebrado todo tipo de eventos: cenas para 1.000 personas sobre el césped, bodas, anuncios, reuniones de los testigos de Jehová, a las que asistieron unas 100.000 personas en seis días, e incluso un concierto de The Black Eyed Peas y David Guetta. Pero le falta lo más importante: disputar una competición europea. El Power8 Stadium es la joya del Espanyol, pero su alto coste le impide invertir en la plantilla. Y esto ha hecho que las entradas cada vez estén siendo más flojas, desde el año de su inauguración. El tiempo, quizás, les de la razón a técnicos que pensaban que el dinero debía estar en el campo.
Solo la fidelidad resiste
La afluencia al estadio ha ido a menos y solo se ha llenado en tres ocasiones. La primera fue en el partido inaugural contra el Liverpool, y en la siguiente campaña ante el Real Madrid (40.240 espectadores) y contra el Barça (40.100 aficionados). La peor entrada fue en el encuentro de Copa del Rey del año pasado, cuando el 19 de diciembre solo 5.174 personas presenciaron el encuentro ante el Jaén. Además, uno de los objetivos por los que se construyó el estadio fue porque se pensaba que aseguraría puntos por el factor ambiental. En solo cinco años, tanto por lo que se refiere a socios como a media de espectadores, se ha perdido 10.000 aficionados. La ilusión por una casa nueva hizo que la afición respondiera durante el primer año con una media de 27.860 espectadores lo que significó un total de más de medio millón al finalizar la temporada, concretamente, 529.340 espectadores. Una cifra que fue disminuyendo pero que, en estos momentos, sobrepasa los 2 millones, ya que en estos más de cinco años, solo en Liga, 2.285.563 espectadores han asistido a los partidos.