La línea de medios ha estado esta campaña como el equipo, totalmente irregular. Sin dueños fijos, el único que parecía intocable para Quique Sánchez Flores era Javi Fuego, que se marchó al Villarreal en el mercado invernal en una operación que permitió al Espanyol, además de ingresar algo de ‘cash’, ahorrarse una de las fichas más altas del equipo. La marcha del asturiano obligó a la dirección deportiva a acudir al mercado invernal, donde Carlos Sánchez tenía el perfil ideal para suplir la ausencia de Fuego. Fue como un cambio de cromos, pues el colombiano pasó a ser una pieza fundamental en el esquema del exentrenador blanquiazul y sus primeros encuentros fueron para enmarcar, pero en las últimas jornadas perdió fuelle. Aún así, en su periplo en el club tan solo se ha perdido tres encuentros, el último al estar ya con su selección. No continuará en el club y regresará a la Fiore, de donde llegó en calidad de cedido.
Los acompañantes de estos, siempre que se ha actuado con un doble pivote -porque ha habido ocasiones en los que se ha apostado por un trivote- han sido Víctor Sánchez en la versión más defensiva del Espanyol y Darder en la más atractiva. El primero, gracias a su polivalencia, ha alterando una campaña más el medioocentro con el lateral derecho, e incluso en alguna ocasión ha actuado en banda para tapar las internadas del lateral rival. La banda también ha sido el lugar de Darder durante mucho tiempo, a pesar de que era visible que con el mallorquín ahí se perdía un jugador; Quique Sánchez Flores no salía de la idea de poner al ex del Olympique Lyon en la izquierda, oscureciendo así la labor de un futbolista que debía haber sido referencia en este Espanyol y que demostró el porque de su fichaje cuando David Gallego apostó por resituarlo en la posición de la que no debía haber salido nunca, el mediocentro. Su conexión con Gerard Moreno fue de lo mejor de las últimas jornadas y en Girona los asistencias en los dos goles del de Santa Perpètua de Mogoda llevaron la firma del balear. Además, se dice que Darder gusta mucho a Rubi y que le va a dar la batuta en el nuevo proyecto. Esperemos que al menos sea en su sitio.
El ostracismo de Roca
En apenas un año pasó de derribar la puerta y ser una de las sensaciones a desaparecer de las convocatorias. Marc Roca apenas apareció con Quique tras ser una de las perlas en la primera campaña del míster madrileño en el Espanyol, pero un Gallego que lo conoce bien lo recuperó para la causa y le dio minutos en cuatro de las cinco jornadas que estuvo al frente del equipo. Incluso le permitió disputar los 90 minutos en la victoria del último compromiso liguero ante el Athletic (0-1), el segundo partido entero que jugaba el de la Granada del Penedès en todo el curso.
Diop, también con poca presencia, optó por cambiar de aires en el mercado invernal y hacer las maletas al Eibar, donde tuvo mayor protagonismo.
El que también ha actuado, aunque en contadas ocasiones, en su posición natural ha sido David López. Como siempre, cumpliendo.