Al Espanyol le costó hacerse con el pulso del partido, sobre todo en la primera parte. Daba la sensación de que el equipo se encontraba más cómodo sin balón que con él, algo que viene siendo frecuente en muchos de los últimos encuentros, y tenía dificultades para hacer daño al Mallorca cuando debía atacar a un equipo bermellón ya organizado.
Embarba fue la novedad en el once perico y el madrileño salió con intención de agradar, de volver a disputar la titularidad perdida y de reconciliarse con la afición del Espanyol tras lo acontecido en Villarreal. Y creo que lo consiguió. Siempre he pensado que el problema de Embarba está más en su cabeza que en sus piernas y tengo la ligera sospecha de que el verdadero problema no es el hecho de que el Espanyol no aceptara su venta; a veces en el entorno del fútbol se tiende a despersonalizar a los jugadores olvidándose de que, por muy buenas condiciones económicas que tengan, son personas y deben ser tratados como tal. En ocasiones nos olvidamos que los profesionales de este deporte tienen sentimientos, familia, preocupaciones, problemas de autoestima, de salud mental y que sufren y padecen como cualquier hijo de vecino. Embarba hizo un partido más que digno, dejó atrás muchas de las dudas que había generado su rendimiento en los últimos tiempos y se reencontró con la afición que lo ovacionó al ser sustituido. Sería bueno para el Espanyol y para el propio jugador que Embarba acabase de limpiar su mente y pudiese recuperar su mejor versión para el tramo final de campeonato.
Aunque los grandes protagonistas del partido fueron Darder y RDT, dos jugadores que siempre que juegan cerca el uno del otro y se asocian suceden cosas positivas para el Espanyol. Ambos futbolistas tienen desde hace tiempo una relación simbiótica, el delantero y el centrocampista se necesitan, se buscan constantemente y cuando se encuentran ese mutualismo entre los dos hace que ambos salgan beneficiados, y por ende el Espanyol. La jugada del gol los tuvo como principales protagonistas: el equipo perico recuperó un balón en su propio campo al final de la primera parte y éste cayó en los pies de Darder, que realizó una larga conducción atravesando la medular y cediendo un pase en profundidad milimétrico para que RDT ganase la espalda de su oponente y definiera con un tiro raso cruzado al segundo palo. Sin duda, los dos jugadores pericos forman una pareja que acapara gran parte del peso y del potencial ofensivo de su equipo.
Y otro de los destacados en el partido fue, sin duda, Oier. Creo que hizo bien Vicente Moreno en proteger a Joan García y dar la alternativa a Oier tras la recaída de Diego López. El jugador del Espanyol, en un contexto que no debe ser fácil de gestionar para él, evitó el empate con una gran parada, se mostró siempre seguro y echó el cerrojo a la portería evitando que su equipo perdiera la ventaja que le había dado la pareja de hecho que han formado Darder y RDT.