Si por algo se caracteriza el Espanyol a lo largo de los años es por el valor que da a su cantera. Los futbolistas criados en la base han servido tanto para dar éxitos en lo deportivo como para en momentos de necesidad, servir para llenar las arcas de dinero gracias a buenos traspasos. Ahora, los herederos de los Lardín, Sergio González, Tamudo, Jarque, Gerard Moreno o Roca son los once canteranos que componen la primera plantilla, y con tres de los más destacados y además representantes de tres generaciones diferentes, David López, Óscar Melendo y Nico Melamed ha hablado nuestro compañero Román Martínez para elaborar un completo reportaje que publica L’Esportiu.
David López: “El Espanyol es mi vida”
David López, el más experimentado, habla del “orgullo” que se siente al debutar con el primer equipo perico: “Cuando llegas al Espanyol, siempre tienes en el horizonte el primer equipo y es el objetivo que tienes. En mi caso, ahora soy el primer capitán y esto todavía me llena más de orgullo. Ya no es solo el hecho de llegar al primer equipo, sino por lo que representa para uno mismo, pero también para los que vienen desde el detrás”. Desde la autoridad que le confiere la experiencia, David López explica como ejerce de consejero con los jóvenes: “Tengo muchas conversaciones con los chicos que llegan al primer equipo. Siempre les insisto que el reto no es llegar, sino mantenerse”. Para el de Sant Cugat, el Espanyol “es un sentimiento que no se puede explicar. Para mí, el Espanyol es mi vida. Después de mi familia, viene la Espanyol”. Un sentimiento que hace que en ocasiones llegue a doler: “Intentas no defraudar, sobre todo, en los momentos malos. Quieres dar tu máximo y, a veces, esto no es suficiente”. De todos modos, la actual situación del equipo le llena de felicidad en contraste con una primera mitad de año para olvidar: “Las del año pasado las recuerdo como las peores fiestas de Navidad de mi vida: había vuelto de la lesión de cruzados, la situación en que estábamos, acabábamos de perder en Leganés… Fue durísimo, muy duro. Últimos en la clasificación y era todo muy negro. Ahora, la tortilla ha girado totalmente. Somos líderes, estamos en Segunda, pero ahora esto no me importa. Las cosas están funcionando muy bien; el equipo está en un momento de forma increíble. Estamos en un momento pletórico”. “Mi deseo ya no es solo subir a Primera división, sino ganar la Liga y, por supuesto, que pase todo esto de la Covid de una vez y salud para todo el mundo”, se despide el capitán perico.
Melendo: “Soy lo que soy por el Espanyol”
Otro ilustre representante de lo que da la Dani Jarque es Óscar Melendo, hasta ahora el único futbolista que ha pasado por todos los equipos de la Base hasta llegar al primer equipo: “He pasado por todas las etapas en el club y he encontrado la recompensa. El camino parece fácil pero no lo es. Es una carrera de eliminación en que cada año caen jugadores. El sentimiento que tengo es de gratitud por todo el que me han dado. Soy el que soy por el Espanyol. Primero, por los valores humanos y después, profesionales”. “Lo pasé muy mal la temporada anterior, pero aprendes mucho. Ahora, volvemos a disfrutar. Somos un Espanyol más feliz, que va a ganar los partidos, que no tiene miedo de nada. Soy feliz fuera y dentro del campo, y creo que esto se nota”, reflexiona sobre el actual momento del equipo e individual: “Pido al 2021 mucha salud para todo el mundo y un objetivo: subir a Primera división y, puesto que estamos, ganar la Copa del Rey. ¡El 2021 será un año genial para todos los periquitos!”.
Melamed: “Me han tentado muchas veces pero el Espanyol es mi casa”
“Es un sentimiento puro de orgullo, de amor y de pasión por todos los que me han ayudado y los que me han hecho llegar a ser el que soy en el día de hoy”, apunta Nico Melamed, la ultima perla surgida de Sant Adrià, recordando lo que supuso llegar al primer equipo: “Me siento afortunado. El 2020 es el año más feliz de mi vida con diferencia. Hacía muchos años que soñaba, que deseaba debutar con el primer equipo y lo he hecho. Para mí es el año perfecto”. Llegado a los 12 años de la mano de David Fernández, no ha podido olvidar esa llamada que le cambió la vida: “Recuerdo su llamada con mucha emoción. Me han tentado muchas veces, pero el Espanyol es mi casa, me lo ha dado todo y estoy rodeado de gente que me apoya y con quien disfruto jugando. Me siento muy bien. ¿Por qué cambiar? Mejor quedarte y seguir disfrutando de lo que te gusta y con la gente que te quiera”. “He tenido la suerte de tener unos padres muy buenos y deportistas que me han inculcado el que significa el mundo del deporte. Hay que cuidarse, mantener los pies a tierra y ser constante. Después, tener un abuelo que fue campeón mundial de clubes me hace tener un orgullo hacia él y lo tengo como referencia cada vez que salgo al terreno de juego”, destaca. “Siento una vinculación emocional con la Espanyol desde el primer día que fiché. Este equipo transmite un sentimiento diferente del resto y me lo han inculcado así. Soy totalmente periquito”, reflexiona antes de rematar: “Al 2021 le pido continuar creciendo como jugador y persona; desde el punto de vista colectivo, ser campeones de Liga y volver a Primera, y a la sociedad, salud y normalidad”.
Presente y futuro, en el fútbol actual nuestro futuro se basa en controlar una gran cantera, cuidarlos y mimarlos, enseñando la importancia de este club, que sientan el club como primordial y que vean que son tan importantes como el mejor de los fichajes
Grandes
Molt bé nois. Vosaltres estimeu l'Espanyol pel que sou i, tan de bó, pugueu arribar molt mes amunt amb nosaltres.