Como cada temporada, Catalunya Ràdio entrega cada temporada el Trofeu Dani Jarque al mejor futbolista del Espanyol. Aunque el pasado curso dejó poco de positivo, la tradición ha seguido y la audiencia decidió que el jugador más destacado de la 2019-20 fue David López. En entrevista concedida al Tot Gira, espacio contenedor deportivo de la cadena, el central, además de comentar diferentes aspectos de la actualidad, ha dejado un titular destacado, el de que de haberse tratado de otro club diferente no se hubiese quedado en una categoría inferior.
David ha comenzado explicando cómo se sienten tras la decepción de la derrota ante el Girona: “Vamos primeros y estamos allá arriba, intentamos seguir con la misma dinámica. Para nosotros era un partido importante para seguir sumando, no ha podido ser y seguimos que aún queda mucho”.
El de Sant Cugat ha querido insistir que pese a la vitola de favoritos, ellos siguen con los pies en el suelo conscientes de la dificultad: “Sabemos que somos los favoritos, que estamos en un club con mucha historia y con un gran entrenador pero a día de hoy esto no garantiza nada, has de demostrar las cosas en el campo y es lo que estamos intentando. Si nos creemos todo lo que nos dicen tanto en lo positivo como en lo negativo, nos haría daño. Que digan que en enero subirás con la gorra sabiendo el sacrificio que implica te da un poco de rabia, sabiendo como es de difícil. Estamos con los pies en el suelo intentando mejorar”.
También ha querido poner el valor, algo que cree ha pasado algo inadvertido, el hecho de que Vicente Moreno haya sido capaz de liderar este cambio de chip de un equipo que vía de perderlo todo a otro con mentalidad ganadora, y también que desde la entidad se haya conseguido conservar una plantilla de mucho peso y calidad; de hecho, admite que él mismo se queda más por amor a los colores que por dinero “El club ha hecho una gran labor, es de admirar, por el hecho de convencer a los jugadores de seguir aquí. Desde que bajamos a Segunda tenía muy claro que quería quedarme aquí, ayudar en lo que fuese necesario; al principio era más complicado dar el paso porque no sabíamos quién sería el técnico y quien se quedaría o marcharía. Tuve bastantes veces ofertas para marchar y cobrando lo mismo, al final es más un tema sentimental que económico, de compromiso e incluso de rabia por querer devolver al Espanyol donde merece. ¿Si me quedo por colores? Sí, seguro, no tengo problema en decirlo, si hubiese sido otro club no me hubiese quedado. La carrera del futbolista se ha de mirar desde la vertiente profesional, con 31 años me he arriesgado a que si por cualquier cosa no subes o piensas mal a veces cuesta salir de la rueda de Segunda. No se me caerán los anillos, tenía claro que si quería seguir en el Espanyol y subir a Primera y por esta vía opté”.
Ese compromiso lo hace extensivo a los jugadores por los que la afición teme puedan recibir ofertas tentadoras este mercado de invierno: “El club no nos dice nada pero yo que hablo a diario con ellos no tengo ni un punto de miedo, estoy convencido que todos se quedarán, están todos implicadísimos y comprometidos y vamos todos de la mana para conseguir el objetivo de devolver al Espanyol a Primera”.