Diego Martínez, flamante nuevo entrenador del Espanyol, ha ofrecido una pequeña entrevista al club. El gallego se muestra ilusionado y con ganas de empezar a trabajar cuanto antes, da las claves de lo que quiere su Espanyol y explica que antes de firmar ya tenía una conexión especial con la entidad, de la qeu se sentía y siente muy atraído.
Por qué el Espanyol: «Esto se siente, sentía que era el proyecto. Desde el primer momento, no solo por la claridad y la ambición que me transmitió el club consideré que podíamos encajar. Me resultaba muy atractivo desde fuera que el Espanyol es un club histórico y tiene algo especial».
Percepción del Espanyol: «Tiene una personalidad especial, distinta; eso tiene que ver con el alma y unos valores asociados que van implícitos como puede ser el espíritu de superación, el rebelarse ante la adversidad, el sentir que juntos podemos ser muy fuertes… Cuando me ha tocado visitarlo como rival me resultaba muy atractivo. Nos gustaría que confíen en nosotros, en este equipo, en estos jugadores en este equipo técnico… Juntos y entre todos seremos mucho mejores».
¿Qué sientes al poder entrenar al Espanyol? «Una ilusión tremenda. Hay motivaciones, no solo hablo de mi sino también de mi equipo técnico, de que todo fluye. Es donde queremos estar; es un verdadero privilegio y un gran orgullo».
¿Cómo es Diego Martínez? «Me considero una persona que intenta vivir alineada con los valores que siento como míos, y eso tiene que ver con la coherencia de hacer y sentir y eso tenga la mínima diferencia, con la pasión, con las emocionses positivas… Desde ahí todo fluye y es más fácil, y se vive de una manera más intensa. Para mí mi profesión es una forma de vivir, y este club es una forma de vivir y de sentir; por tanto, creo que encaja perfectamente».
Su año de formación: «Lo veo como algo natural. Era un momento para nosotros, una decisión que tiene que ver con la formación y con completarte como persona, con añadir matices a tu porfesión, para ver cómo otros hacen otras cosas, no solo del fútbol sino de otras profesiones. La riqueza de ver ccómo otros viven sus pasiones era muy importante para mí porque creo que nos ha completado. Somos un equipo técnico mucho más completo y preparados para cualquier desafío, y este es apasionante».
El reto: «Hacer del día a día hacer un equipo especial; que nuestra mejor versión esté presente en cada instante, los resultados son resultado de un proceso previo. Si conseguimos hacer de cada día algo extraordinario y lo mantenemos en el tiempo, la siguiente semana tendremos una mejor versión, y al cabo de un mes una mejor, y ello hará que la competición nos lleve a aquello que nos merezcamos».
Qué le han explicado del Espanyol: «Espero conocer más gente, sobre todo los denominados pericos de cuna. Me han transmitido la intensidad del sentimiento; es lago único, especial. Ahí está el reto, hacer de nuestro camino algo diferente, rebelarse ante la adversidad, algo que quiera superar los límites, la mejor versión de uno mismo. Eso concuerda mucho con nuestra manera de ver la vida. El Espanyol se ha cruzado en dos momentos de mi vida muy importantes: uno es nuestra primera victoria en Primera división es aquí y luego, cuando entrenaba al juvenil del Sevilla FC, la final que ganamos fue contra el Espanyol de Joan Jordán. Creo que esas cosas que pasan en el pasado te vinculan con el presente».
Qué puede esperar la afición: «Nos gustaría que confíen en nosotros, en los que formamos la família perica. Juntos seremos más fuertes. Mi gran anhelo como entrenador es que el equipo emocione, trasnmita; a veces será a través del buen juego, a veces a través de la actitud, a veces a través de superar circunstancias… Pero siempre competitivos y respetando unos valores que nos reconozcan y que nos representen. Eso necesita un tiempo y un proceso».