Si el penalti que le señalaron a Víctor Sánchez en Málaga se hubiera pitado en el ‘clásico del sábado’ por poner un ejemplo, la acción hubiera dado la vuelta al mundo. Pero no fue así y, seguramente, la pésima actuación arbitral pasará desapercibida para la mayoría, excepto para los pericos que mostraron su indignación con la actuación de Martínez Munuera.
El colegiado, que les reconoció a los jugadores pericos que había sido muy riguroso, mostró una diferencia de criterio muy preocupante en las dos áreas que fue uno de los factores que impidieron que el Espanyol ganara por cuarto año consecutivo en La Rosaleda. Señaló una pena máxima inexistente en el área de Pau, mientras que no quiso ver las duras entradas que recibieron Óscar Duarte y Víctor Sánchez en la malaguista. Se puede equivocar una vez, pero tres en el mismo partido y siempre perjudicando al mismo equipo resulta difícil de entender. Y esto es lo que les pasó a los espanyolistas.
Decisiones, clave
La expedición espanyolista mostró su enfado con la actuación arbitral y manifestó que Martínez Munuera les privó de un triunfo que les hubiera dejado a un paso de la salvación. Se inventó una pena máxima que metió a los de Javi Gracia en el partido. Un jarro de agua fría para un Espanyol que se había adelantado y no pasaba apuros. Regaló un injusto penalti al Málaga, en el último minuto del primer tiempo y, pese a reconocer su error, en la segunda parte no quiso pitar dos polémicas caídas en el área de Ochoa.
Las declaraciones de los jugadores mostraron su disconformidad con la actuación arbitral. Roco fue uno de los más contundentes al apuntar que tienen que tomar cartas en el asunto en estos temas porque hemos hecho méritos para ganar y no pudo ser. Por su parte, Diop, que acabó el partido muy caliente, se dirigió al colegiado para decirle que les había quitado dos puntos, y Álvaro apuntó que el penalti no lo era, mientras que en el área rival se había producido uno más claro. Uno de los más indignados era Víctor Sánchez. Al Espanyol nadie le devolverá estos puntos, pero ayer una vez más el arbitraje español volvió a quedar en evidencia.