Con el pitido final en el partido entre el Athletic Club y el Espanyol, David Gallego pondrá el punto y final a su etapa como entrenador del primer equipo perico. El técnico, consciente de ello, reconoció en rueda de prensa que “es muy difícil enumerar todo lo vivido. Ha sido un mes de mucho trabajo, de muchas horas empleadas porque al margen del primer equipo hemos estado pendientes del filial. Por encima de todo me quedo con la respuesta de los jugadores y el gran trabajo del cuerpo técnico, que ha tenido que multiplicarse porque eran menos que los que se marcharon”.
Sobre su futuro, Gallego espetó que “el club no me ha comunicado nada. No pierdo energía en eso, sino en preparar el entrenamiento para llegar en las mejores condiciones al partido”. Además, añadió que “no tengo que demostrar nada a nadie. Unos apostarán por mí; otros, no. Sé cuál es mi camino, seguiré trabajando y a partir de ahí la gente me valorará”.
Gallego, a la vez, apuntó que “estoy muy ilusionado y trabajando muy a gusto, y es difícil para un técnico que está en Tercera decir no a estar en Primera. Pero no me preocupa y con lo que sea, estaré encantando. Tengo esperanzas de entrenar el año que viene. No elijo los destinos sino que de momento eligen por mí”.
Para el preparador, que el vestuario reconozca públicamente su labor es algo que le enorgullece: “Es muy gratificante que los jugadores valoren tu trabajo. Eso es una de las cosas más gratificantes que me llevo. Agradezco que te vean que puedes entrenar a este nivel. Eso no hará que me crea el mejor entrenador del mundo, soy el mismo que hace cinco semanas pues no he descubierto la penicilina”.