Es cierto que seis de los encuentros citados pertenecen a la pretemporada, una preparación en la que los rivales del Espanyol no han brillado por su alto nivel, pero lo cierto es que el conjunto blanquiazul suma 12 partidos sin perder. El cuadro perico no cae derrotado desde hace tres meses, cuando el Eibar se llevó la victoria del RCDE Stadium por 0-1, resultado que propició el despido de Quique Sánchez Flores. La marcha del técnico madrileño parece muy lejana y da la sensación que han ocurrido multitud de cosas desde entonces. Pero lo que no ha ocurrido es una derrota del Espanyol.
Diez triunfos y dos igualadas son los resultados que ha cosechado el conjunto espanyolista desde entonces en seis duelos ligueros, cinco correspondientes al pasado curso, y otros tantos de pretemporada. Los últimos cinco de la pasada campaña, con David Gallego al frente del equipo, sirvieron para revertir una situación para olvidar; los siete siguientes, con Rubi como capitán del barco, para ilusionar a la afición espanyolista y ofrecer un juego muy atractivo que promete dar grandes tardes de gloria.
Porterías a cero
Durante todos los duelos citados, el Espanyol ha dejado la portería a cero en la mitad. Girona, Atlético de Madrid y Athletic de Bilbao no consiguieron marcar ante los blanquiazules el pasado curso, mientras que Olot, Burnley y Nàstic se han quedado a cero en esta pretemporada. En esta buena racha el equipo tan solo ha cedido ocho dianas, mientras que ha anotado 26, las cuales han estado muy bien repartidas: hasta 13 jugadores han visto puerta, incluyendo el tanto en propia puerta de Savic en el triunfo ante el Atlético de Madrid (0-2). Uno de los máximos realizadores en este periodo sigue siendo Gerard Moreno con cuatro dianas, las mismas que ha logrado Leo Baptistao. Le siguen Borja Iglesias y Darder con tres, Sergio García, Piatti y Puado con dos, y Melendo, Víctor Sánchez, Dídac Vilà y el hasta el momento último goleador del equipo, Mario Hermoso, con una.
Este Espanyol se gusta y disfruta jugando. El equipo es solidario y más que nunca una piña. Rubi parece haber dado con la tecla a pesar de que en Balaídos no se pudieron sumar los tres puntos. Pero las sensaciones fueron buenas y el equipo quiso ser protagonista. Solo falta seguir engrasando los automatismos.