El Espanyol volvió a perdonar ante puerta y lo acabó pagando muy caro firmando su peor inicio a domicilio desde 1990. En esa temporada, la 90-91, los blanquiazules empezaron empatando en Castellón (1-1); perdieron en Mallorca (4-0); empataron en Cádiz (0-0) y perdieron en Logroñés (1-0) y ante el Real Madrid (2-1). Unos resultados calcados a los actuales, aunque con distintos marcadores.
Al igual que la semana pasada ante el Deportivo, los pericos ofrecieron un interesante juego ofensivo durante los primeros 25 minutos, en los que generaron claras ocasiones para adelantarse en el marcador, pero no estuvieron acertados. Les faltó definición. Y en el mundo del fútbol, sin gol no hay nada que hacer. Además, si esta falta de acierto goleador viene acompañada de errores defensivos, la situación se complica. En los últimos días, el equipo blanquiazul ha dejado escapar un buen número de puntos ante Deportivo y Elche por su falta de puntería en ataque. El equipo ha pagado mucho la falta de gol.
En el Martínez Valero prácticamente todos los jugadores de ataque tuvieron alguna clara ocasión para batir a Tytón, pero no era el día. Un situación que no es anecdótica, ya que se está convirtiendo, por desgracia, en una tónica general en las últimas jornadas. Y preocupa.
El Espanyol, tras encadenar su mejor racha de la temporada, puntuando en cuatro partidos consecutivos, se ha encontrado que en las últimas jornadas les está condenando la falta de gol. Sin ir más lejos, en tres de los últimos cinco partidos, el equipo se ha quedado sin ver portería. En estos diez encuentros suma los mismos goles que partidos, dos de ellos de penalti, que se reparten entre solo cuatro futbolistas, entre los que destaca Cristhian Stuani con cinco y Sergio García con tres. Caicedo y Lucas Vázquez completan la corta lista de realizadores.