El Espanyol está viviendo uno de los mercados de fichajes de verano más agitados que se recuerdan, no tanto por la cantidad de nombres que se manejan, sino por las elevadas cifras de los posibles traspasos del delantero Borja Iglesias, el central Mario Hermoso y el medio Marc Roca.
Un caso cerrado es ya el de Mario Hermoso. El defensa ya es jugador del Atlético de Madrid tras el acuerdo alcanzado entre la entidad madrileña y la blanquiazul, cerrado en 25 millones de euros más cuatro en variables y un 20% de un futuro traspaso.
Por su parte, Borja Iglesias también puede decir adiós pronto y poner rumbo al Betis. El atacante gallego es uno de los objetivos del club sevillano, que busca fórmulas para pagar los 28 millones de su cláusula de rescisión. El delantero fue una de las piezas básicas del equipo en la anterior temporada.
El centrocampista Marc Roca se perfila como otro de los protagonistas del mercado. En las últimas horas ha trascendido el interés del Bayern Múnich alemán, que incluso podría plantearse pagar la cláusula de 40 millones. El Espanyol, por su parte, todavía no ha recibido una propuesta en firme.
La postura de fuerza blanquiazul en las negociaciones ha provocado que las cifras de los más que probables traspasos sean mucho más elevadas de lo habitual para la entidad. Las arcas del club están saneadas y eso permite más fortaleza en las conversaciones con los distintos pretendientes.
La dirección deportiva, liderada por Òscar Perarnau y Rufete, es consciente de esta situación y está preparada para que varios de sus pilares dejen la plantilla. El Espanyol ha hecho los deberes y dispone de planificación e informes suficientes para afrontar este escenario.
En cualquier caso, la totalidad de los ingresos de las ventas no irán destinados a refuerzos. Tal como han explicado los dirigentes blanquiazules, el 50% del dinero de los traspasos se reinvertirá en futbolistas, el 40% a pagar deuda y la cifra restante a las mejoras internas del club.
