Borrón y cuenta nueva. Eso es lo que ha hecho el Espanyol Femenino de una temporada a otra. El pasado curso las cosas no funcionaron como se esperaba y por lo tanto la dirección deportiva decidió dar un giro radical a su proyecto. Una determinación también motivada por el éxodo de jugadoras que ha habido, ya que se han ido hasta ocho futbolistas clave (Mariajo, Gimbert, Torrejón, Vilanova, Meseguer, Monforte, Brenda y Mari Paz). Aunque para contrarrestarlo han llegado ocho en su lugar.
Inicialmente la idea era mantener la columna vertebral del equipo, pero eso no ha podido ser. Por lo tanto para esta temporada 2013-2014 se ha tenido que incorporar a un gran número de jugadoras en todas las líneas de juego, concretamente ocho. Desde la portería hasta la delantera las caras han cambiado por completo, tanto que del once inicial del año anterior tan solo quedan tres jugadoras.
Unas se van, otras llegan
En un abrir y cerrar de ojos el equipo ha cambiado de entrenador después del cese de Luis Carrión, y ha pasado de tener a un gran número de jugadoras internacionales y con una trayectoria y talento más que contrastado a contar con un equipo muy joven que justo ahora está explotando. También hay algunas jugadoras experimentadas, pero básicamente todo lo que ha llegado es sabia nueva para dar cara a un proyecto deportivo a largo plazo.
El perfil de las que se han ido y de las que han llegado es muy diferente, pero no por ello peor. Está claro que todo se demuestra en el campo, así que habrá que ver lo que pasa en plena competición. Esta pasada temporada ya quedó claro que tener a jugadoras con mucho talento no es suficiente, hay otros factores que influyen en los resultados y eso es en lo que confía la directiva y la actual plantilla para esta nueva andadura que empezará este próximo mes de setiembre.
La planificación que se ha hecho para el equipo es la de tener un total de 17 fichas del primer equipo, las cuales corresponden a las ocho supervivientes del equipo que ya había (Sonia Matias, Débora García, Núria Mendoza, Andrea Pereira, y Carla Cotado, Alba Pomares, Claudia Montiagut y Sara Navarro que el pasado año tenían ficha de Nacional pero ya disputaron minutos con el primer equipo), a la más que esperada vuelta de Sara Mérida, y a las ocho recién llegadas (Paloma Fernández, Jamila Marreiros, Sonia Zarza, Claudia Neto, Mapi León, Bárbara Latorre, Emma Marqués y Cristina Becerra).
Jugadoras a las que se unirán tres o cuatro jugadoras más del filial, probablemente Yaiza, Mayra y Laia, para poder llevar a cabo la pretemporada que se iniciará a principios de agosto.
Los refuerzos
El perfil de las nuevas jugadoras es bastante interesante. Se trata de futbolistas que han hecho muy buenas temporadas con sus respectivos equipos, y que por lo tanto ha demostrado que tienen talento suficiente para defender la elástica espanyolista. Además, algunas de ellas son internacionales, como Jamila y Claudia con la absoluta de Portugal, y Mapi León y Bárbara Latorre que han ido convocadas con la sub-19 española.
Se ha incorporado a una portera, tres delanteras, dos centrocampistas y dos defensas. Cabe destacar que el Prainsa Zaragoza ha sido la principal fuente de abastecimiento del nuevo Espanyol de Santiago García, ya que de allí se ha fichado a cuatro jugadoras. Por lo tanto lo bueno que tiene es que entre ellas ya se conocen. También se han pescado dos jugadoras en el Torrejón, que ya coincidieron en este club con el actual técnico perico, y otra en el Levante Las Planas.
Estilo de juego
Tantos cambios obviamente afectarán a la disposición táctica del equipo. Por las características de las jugadoras del año pasado y la apuesta del entrenador, el 4-2-3-1 (como se puede apreciar en la infografía de la derecha), fue el sistema utilizado durante todo el curso. Algo que propiciaba solidez defensiva y superioridad en la zona de medios, pero que quizás en ataque la punta estaba demasiada sola.
En cambio, para esta próxima temporada todo apunta a que el nuevo míster pueda apostar por el 4-4-2 en busca de mucha solidez detrás y buscando más notoriedad arriba, con dos puntas y dando más movilidad por las bandas. Eso no quiere decir que el nuevo Femenino no pueda jugar un 4-2-3-1 como hasta ahora, es una opción. Pero viendo el perfil de las nuevas pericas quizás este nuevo sistema les beneficie mucho más. Es época de cambios y hay que arriesgar en busca de la máxima perfección posible. Estaremos atentos cuando eche a rodar el balón de lo que es posible este equipo.