Tres puntos prácticamente definitivos los que sumó ayer el filial blanquiazul al vencer al Constància por la mínima gracias a un solitario tanto de Pino. Los de Manolo Márquez no jugaron su mejor encuentro, pero la mayor calidad respecto a sus rivales fue clave para lograr el triunfo. Con esta victoria, los espanyolistas se sitúan en novena posición con 45 puntos, a nueve de la promoción y a diez del descenso. Pese a que la salvación matemática no está conseguida, el ‘B’ lo tiene muy de cara para lograr su objetivo y muy mal lo debería hacer en las últimas jornadas para no cumplirlo. Márquez afirmó hace un par de semanas a La Grada que la permanencia estará en los 46-47 puntos: tras el resultado de ayer, más cerca imposible.
Seis de casa, titulares
El encuentro pintaba bien, ya que Márquez puso en liza un once titular con seis jugadores de la casa, el récord esta campaña. Hemos tenido que esperar 36 jornadas para ver un hecho como este.
Los futbolistas del Espanyol B no quisieron olvidarse de su compañero Nacho Heras, lesionado de gravedad la pasada semana. Así pues, los que salieron de inicio saltaron al terreno de juego con una camiseta en la que se podía leer ‘ánimo Nacho’. Bonito gesto de los blanquiazules hacia el lateral diestro, que pasará por el quirófano a finales de esta semana para corregir una rotura en el ligamento cruzado anterior y en el menisco interno de la pierna derecha.
Sorpresa visitante
Al contrario de lo esperado, el Constància saltó al césped con la clara idea de hacerse dominador del esférico. Los de Joan Esteve dominaron claramente el partido durante los primeros 20 minutos, aunque no gozaron de ocasiones. Mientras, los blanquiazules trataban de encontrar su sitio sobre el verde, pero les faltaba claridad de ideas y velocidad.
Poco a poco los locales se fueron desperezando y empezaron a triangular, aunque sin demasiado éxito. Las fuerzas se igualaron y ambos conjuntos se repartían la posesión del balón, pero ninguno de los dos se acercarba con peligro a la portería rival. En los primeros 45 minutos, la única jugada de peligro corrió a cargo de Kilian, que cabeceó en el segundo palo un saque de esquina botado por Canario que un defensor rival despejó sobra la misma línea de gol.
Diana y debut
La segunda mitad dio inicio con un posible penalti sobre Kilian, pero el colegiado lo pasó por alto e incluso amonestó al atacante espanyolista por tirarse a la piscina. Jugada dudosa en la que el protagonista blanquiazul salió perjudicado. El futbolista juvenil fue sustituido por Pino minutos después al sufrir un fuerte pisotón.
El partido siguió el mismo curso que en la primera mitad y no tenía un dominador claro. Pero la entrada al terreno de juego de Merchán, que sustituyó a Iván Sales, fue clave. El Espanyol B, sin espacios para aprovechar la velocidad de los extremos, optó por el toque del ex del Castilla. El cambio en el estilo de juego dio sus frutos; un centro desde la derecha de Canario fue cabeceado de forma magistral por Pino para hacer subir al marcador el que a la postre sería el único gol del partido.
Los visitantes no se conformaban y estiraron sus líneas en busca del gol del empate, pero la absurda expulsión de Jordi acabó con las aspiraciones baleares. El jugador, que apenas llevaba dos minutos sobre el terreno de juego, vio la tarjeta roja directa por agredir a Canario.
Con uno más los blanquiazules se encontraron más cómodos sobre el césped, aunque no tuvieron claras ocasiones para aumentar el marcador.
En los últimos minutos, el futbolista de 15 años Pablo Maffeo entró al campo en su debut con el filial. El jugador, que actuó como extremo diestro, dio muestras de su gran clase y no se arrugó pese a su temprana edad.
Con este panorama se llegó al final del encuentro. Los espanyolistas explotaron de júbilo, ya que eran conscientes que la permanencia está prácticamente hecha.