Las caras de los jugadores tras el pitido final eran todo un drama. Sus rostros reflejaban su implicación. El Espanyol perdió ante el Valencia, que llevaba 12 jornadas sin ganar, y dependiendo de lo que hoy hagan Granada y Las Palmas podrían cerrar la jornada en puestos de descenso. Pero ayer el fútbol no fue justo, ya que perdió dignamente, aunque esto sirva de poco consuelo. Los pericos no merecieron salir derrotados de Mestalla. Fue un desenlace muy cruel y una derrota increíble, ya que los jugadores de Galca fallaron ocasiones muy claras. Pero cuando estás en una dinámica negativa no sale nada. Y ayer quedó muy claro. El resultado no vale, pero el camino correcto es este.
Mejoría sin premio
La imagen ofrecida por el equipo, con un importante cambio de actitud en algunos jugadores, no deja del todo claro la destitución del técnico. Pero el fútbol son resultados y estos no están llegando. Y como suele decir Lluís Planagumà, los puntos se consiguen, no se merecen. Y la realidad dice que desde la llegada de Galca al banquillo solo se han logrado cinco sobre los 27 disputados. Además, el equipo, contando los dos encuentros de Copa ante el Barça, encadena diez partidos sin ganar, algo que no sucedía desde la temporada 2008-09 con Ernesto Valverde. Y ya suma nueve salidas consecutivas perdiendo.
Las próximas 48 horas pueden ser decisivas para la continuidad del técnico rumano en el banquillo. La plantilla, que en principio tenía que entrenarse esta mañana en la Dani Jarque, no volverá a ejercitarse hasta el martes y, en estos momentos, no está nada claro que la sesión sea dirigida por Constantin Galca.
‘Tots Junts Podem’
La derrota fue un golpe moral muy duro para todo el espanyolismo, pero no hay que arrojar la toalla. Era un partido importante, pero no una final. Quedan 14 jornadas y, entre todos, hemos de sacar esta situación adelante. El camino a seguir ha de ser el del último año en Montjuïc. El club apostó por la campaña ‘Tots Junts Podem’ y el equipo, de la mano de la afición, logró una salvación que parecía imposible.
Camacho cobra fuerza
Al finalizar el partido, el consejero delegado Ramon Robert y el consejero Mao Ye bajaron al vestuario para apoyar al equipo, y los capitanes le volvieron a transmitir que confían en el técnico. Todo está abierto y ayer empezó a sonar con más fuerza el nombre de José Antonio Camacho, sin que se haya olvidado el de Joaquín Caparrós.