El inicio de año se le sigue resistiendo al Espanyol. No hay manera y ya son nueve las temporadas que se llevan sin ganar el primer partido del año. Ante el Deportivo el Espanyol pudo vencer en el tiempo de descuento, o incluso antes, aunque también es cierto que si Gerard no empata tan pronto, quizás, no se hubiera puntuado. Ante el conjunto coruñés hubo buenos minutos, pero también otros flojos y, en algunos instantes, quedó la sensación de que se escaparon dos puntos.
El Espanyol salió enchufado, apostando por presionar en la zona de medios y saliendo con velocidad, lo que propició que pronto se hiciera con el control del partido. Los primeros minutos fueron esperanzadores. Jurado, en una posición más adelantada, asumía responsabilidades ofensivas, aunque volcaba demasiado el juego por la banda izquierda, olvidando un poco el otro lado. Un remate de Piatti desde la frontal y un lanzamiento de falta de Salva Sevilla, ambos sin demasiado peligro, fueron las mejores acciones de este arranque.
Demasiada dureza rival
El conjunto de Garitano tenía problemas para plantar cara y empezó a emplearse con algo de dureza para intentar arrebatarle el control del partido a los de Quique. A partir de ese momento, las segundas jugadas, que hasta el momento habían tenido color blanquiazul, empezaron a repartirse. Y el Espanyol, poco a poco, empezó a perder la claridad de ideas que tenía. Las buenas sensaciones iniciales empezaron a desvanecerse. El fútbol fue perdiendo intensidad y el Espanyol, sin la circulación de balón de los primeros compases, evidenció que aún le cuesta generar ocasiones de gol. Pero en encuentros con pocas ocasiones es clave no desaprovechar las que tienes. Y los gallegos, en su única ocasión, disfrutaron de una peligrosa falta en la frontal que Çolak estrelló contra la barrera.
La segunda parte empezó con mucha más velocidad y las oportunidades no tardaron en llegar. Sidnei falló en la salida, Gerard recuperó el esférico, lo condujo y al entrar en el área asistió a Jurado, quien no pudo controlar bien cuando se quedaba solo ante Tyton. Fue la mejor ocasión del partido que rápidamente fue contestada por el Deportivo con un remate lejano de Borges al larguero. El juego había dado un cambio radical respecto al del primer tiempo. Y en medio de estos buenos minutos, las aproximaciones con peligro siguieron llegando. Un gran pase de Gerard dejó a Piatti en un mano a mano ante Tyton, quien sacó su remate con la punta del pie. Y sin tiempo para lamentarse de esta ocasión, Jurado lo probó desde la frontal y obligó a lucirse al meta polaco.
El Espanyol apretaba y volvió a ganar la batalla en el centro del campo y dominar con claridad, pero cuando mejor estaba llegó el gol del Deportivo. Emre Çolak puso un saque de esquina al corazón del área y Borges, al que Hernán le perdió la marca, cabeceó al fondo de las mallas. Todo un mazazo, pero del que los blanquiazules reaccionaron de inmediato. Solo tres minutos después, Gerard Moreno aprovechó otro grave error de Sidnei para igualar el encuentro. Aarón centró al primer palo, el exespanyolista estiró el pie y su control forzado dejó el balón muerto para que el pichichi blanquiazul no desaprovechara el regalo. Un gol que daba esperanzas y, tras él, Quique metió más pólvora en busca de la remontada. Y el triunfo pudo llegar. Arbentosa estuvo muy atento al interceptar un balón que le llegaba a Caicedo.
Intenso descuento
En el añadido pudo llegar el gol. Primero, en un lanzamiento de Jurado al larguero, cuyo rechace impactó en Javi Fuego, que no pudo dirigir un esférico que salió rozando el palo. Y en la última acción Caicedo pidió penalti en un claro agarrón, pero el colegiado no se atrevió a pitarlo. El último regalo de Reyes no acabó llegando.