La ley no escrita, pero universal, volvió a cumplirse con el nuevo CD Lugo de Mehdi Nafti: el fútbol es, sobre todas las cosas, un estado de ánimo. Desde la llegada del técnico francés al banquillo del Anxo Carro, el Lugo ha sumado 13 de los últimos 15 puntos disputados. El ‘Tourmalet’ de octubre le sirvió al equipo lucense para escalar hasta la zona noble de la clasificación. Sin embargo, las dinámicas, para bien o para mal, pueden cambiar en cuestión de dos partidos, solo hace falta comprobar los vaivenes habituales de LaLiga SmartBank y las sorpresas que nos regala cada jornada. Las distancias son mínimas, mucho más en la jornada diez, pues ahora mismo solo hay siete puntos de diferencia entre el playoff, que marca precisamente el Lugo, y la primera posición de descenso a Segunda B. Además, todavía hay equipos que tienen que recuperar partidos aplazados, por lo que la clasificación podría variar todavía más cuando todos estén en igualdad de condiciones.

Tener una regularidad en momentos puntuales de la temporada puede acercar a los equipos a su objetivo principal, que en el caso del Lugo no es otro que el de la salvación. Lo que parecía un desastre y una muerte anunciada hace tan solo quince días, un equipo que ya se precipitaba sin frenos hacia la 2ªB, hoy se ha convertido en una película totalmente distinta. El colchón de puntos conseguido es importante, suficiente para recuperar la competitividad y la confianza perdida. Sea como fuere y llegados a este punto, el mérito del Lugo es indiscutible. Ha pasado de los tres puntos que había conseguido en las primeras cinco jornadas hasta los 16 que tiene ahora mismo tras el mismo número de partidos disputados. Sexto en la clasificación, más victorias (5) que derrotas (4), más goles a favor (12) que en contra (11) y el equipo más en forma de las últimas cinco jornadas. Mehdi Nafti le ha cambiado la cara al Lugo en tan solo dos semanas.
El Lugo utiliza el 1-4-2-3-1 como esquema fijo en fase ofensiva y el 1-4-4-2 para su fase defensiva. Una de las novedades más significativas desde la llegada de Nafhti es que no juega con dos delanteros puros, como sí hacia con Juanfran, el anterior técnico. Esto la he dado más protagonismo al media punta, al enganche entre el doble pivote y la referencia ofensiva, que en el libreto de Nafhti es una figura importante para potenciar una propuesta algo más asociativa y con más criterio, que aún siendo más recurso que discurso sale a relucir más veces en los partidos. Allí ha utilizado a Hugo Rama, un futbolista con buen trato de balón, que sabe tocar y moverse entre líneas, tiene buen disparo de media distancia y que acostumbra a pedir el balón al pie para favorecer ataques más ordenados y precisos.
Pero, ¿a qué se debe este cambio? ¿Qué hace el Lugo ahora que no hacía antes? Pues como suele ocurrir en estos casos, este cambio viene motivado por una mejora notable de sus prestaciones defensivas. Es un equipo mucho más consistente y estructurado. Se mantiene ordenado, compacto, mantiene las vigilancias por todo el campo, plantea un buen sistema de ayudas defensivas (claves Xavi Torres, Carlos Pita, Juanpe o El Hacen) para que los laterales o los centrales no estén en inferioridad. Siempre desde un bloque medio, medio-alto, que no se expone ni es agresivo arriba ni tampoco va tanto a la presión tras pérdida.
Esta dinámica ganadora tampoco se podría explicar sin el cambio de actitud en el juego por parte de los jugadores. Es importante resaltarla. El equipo trabaja de forma muy coral y es muy constante, no baja los brazos cuando va por debajo del marcador y no se percibe una desconexión en tramos de ritmo bajo. Hay ejemplos claros. Contra el Logroñés consiguió remontar el tanto inicial de Andy y en Tenerife rescató un punto en el último suspiro tras jugar con diez jugadores desde el minuto 9. Una labor destacada que ha otorgado empaque al equipo y que refuerza todavía más el discurso de Mehdi Nafti, basado en el carácter y en la competitividad defensiva. Crecer desde esta solidez, ganar en confianza y soltarse y atreverse más con el balón, un progreso que les ha servido para alejarse de la zona peligrosa de la clasificación.

En ataque muestran una actitud más reactiva, esperando el error del rival para someter con jugadores rápidos al espacio, especialmente por fuera –veremos como se recompone ante las bajas que tiene en esa zona-. Otra característica importante del ataque lucense es que carga el área con muchos jugadores. Los extremos atacan muy bien el segundo palo en los centros laterales. Lo más probable es que para el partido de esta noche cedan el protagonismo del balón al Espanyol.
Utilizan una salida de balón mixta y no abusan de ninguna en particular, aunque sacan más rédito de los envíos directos sin renunciar a inicios cortos si el contexto lo permite. Desde los servicios de portería de Ander Cantero o desde el pie de Venâncio, el central diestro y uno de los jugadores más interesantes de la plantilla, buscan la referencia ofensiva del equipo, que suele variar entre Carrillo y Manu Barreiro, futbolistas de perfil similar, fuertes físicamente, agresivos en disputas ofensivas y aéreas, buen juego de espaldas, protegiendo el balón y combinando con la segunda línea. Los extremos acompañan el juego directo para, o bien aprovechar la prolongación del delantero, o bien ganar la segunda jugada y atacar con algo más de ventaja.

Pero no todo son buenas noticias para Nafti, que no podrá contar con dos de sus mejores jugadores, el panameño José Luis Rodríguez, más conocido como ‘El Puma‘, y Gerard Valentín. Las dos alas de un Lugo que se apoya muchísimo en la figura de sus extremos, ambos a pie natural, y que aportan una dosis de trabajo considerable tanto en ataque como en defensa. Su superioridad en el duelo individual y la capacidad para profundizar y atacar los espacios desde el desborde le permiten a su equipo ganar más presencia en el área rival y generar centros laterales, asistencias y goles.
Aunque lo colectivo prima sobre lo individual, es interesante repasar las características de algunos jugadores de este Lugo. Federico Venâncio, central diestro, ha contribuido a dar solidez a la línea defensiva del conjunto gallego. Destacado en el juego aéreo (igual que Djaló, su compañero de zaga), contundente en los duelos y con buen pie para la salida de balón en corto y en los desplazamientos largos. No es muy rápido y puede sufrir más contra delanteros habilidosos. El Hacen, que sonó para el Espanyol este verano, medio centro de contención, con recorrido y calidad para sacar el balón. Juanpe, autor de los dos últimos goles, un multiusos en el centro del campo con muy buen físico y Cristian Herrera, atacante versátil con gran movilidad e inteligencia para ocupar y atacar espacios, vertical y habilidoso en el regate. Chris Ramos, habitual suplente, pero que se presume titular por las bajas, ha marcado dos goles y ha hecho una asistencia en los últimos tres partidos.
Agradecer a Álex Gesto (@GestoFoot) su ayuda para completar el análisis.