El Espanyol visita este sábado uno de los estadios más complicados de la primera y segunda división. El Fernando Torres es, junto al Wanda Metropolitano, el único campo que todavía no ha visto perder a los suyos desde que se reanudó la competición a puerta cerrada. Seis victorias y cinco empates desde entonces, con José Ramón Sandoval en el banquillo. Pero si hay un especialista en apuntarse este tipo de efemérides, seguramente sea el Espanyol, que ya consiguió la primera victoria en Liga en el nuevo San Mamés y, precisamente, también en el nuevo estadio del Atlético de Madrid. Casualidad o no, el fútbol le da hoy otra oportunidad a los blanquiazules para grabar su nombre en un estadio que lleva invicto desde marzo. Circunstancias distintas, sí, en otra categoría, también, pero el reto se prevé exigente.

El equipo de José Ramón Sandoval es un conjunto camaleónico que puede adaptarse a distintos sistemas. El más usado es el 1-4-2-3-1, con una referencia muy clara y un media punta por detrás, aunque también ha dibujado el 1-4-1-4-1, el 1-4-4-2 y la línea de cinco defensas. La última variante es la que ha utilizado contra el Rayo y el Tenerife, dos equipos con una propuesta parecida, aunque con matices, a la del Espanyol, así que no se puede descartar un planteamiento similar para este partido, al menos de inicio.
El Fuenlabrada propone partidos de mucho juego directo, de poca continuidad con el balón y de duelos individuales en muchas áreas del campo. No toma riesgos en zonas peligrosas, no se expone y quiere explotar sus virtudes físicas, de las mejores, por no decir la mejor, de la toda la categoría. Exige mucho en el aspecto físico, es un rival muy incómodo y consigue limitar ofensivamente a sus rivales. Obliga a dividir el balón para imponer su superioridad física y en la recuperación siempre trata de ser vertical con jugadores rápidos.
Una de las principales virtudes que maneja es la capacidad para condicionar los partidos, especialmente en casa. Se suele jugar a lo que el Fuenlabrada propone, que está directamente relacionado con el poderío físico que tiene en su plantilla. Los rivales se adaptan para jugar contra ellos, cambian perfiles, sistemas y planteamientos, tratan de igualar los duelos, pero pocas veces consiguen imponerse con claridad.
En general, los jugadores más ofensivos son buenos técnicamente, tienen desequilibrio, buen uno para uno (segundo equipo que más regates produce) y definición. Sus ataques son más verticales y suele llegar con muchos jugadores para finalizar jugadas en transición. En el caso de no poder finalizar o de perder el balón mientras elabora el ataque, se produce un desequilibrio a la espalda de los jugadores que se han incorporado que suelen subsanar con el poderío físico que tienen en el centro del campo con jugadores (Pathé Ciss, Nteka, Aldair Fuentes) capaces de abarcar mucho espacio y que son muy fuertes en los duelos individuales (segundo equipo que más disputas gana).

Un equipo también complicado e incómodo por su versatilidad. Puede adaptarse a distintos registros en función del partido: más o menos combinativo, presión a distintas alturas… Tienen jugadores de calidad y de nivel para Segunda División que también le permiten gestionar ataques más elaborados, pese a no ser su especialidad. Además, se le une el ya conocido componente físico, y si el partido requiere de balones más largos, balones al espacio o bien de segundas jugadas, son muy poderosos.
Eso sí, defienden más por intensidad que por orden. Y esto es importante para explicar una de sus principales carencias. El rival le puede llevar el balón dentro porque no es un equipo muy ordenado, y aunque luego el despliegue físico que tienen le sirve para compensar este desorden, no estamos viendo un bloque defensivo muy compacto y coordinado en campo propio. Algunos jugadores, pese a tener mucha presencia y abarcar muchos metros, muestran ciertos déficits tácticos. Se parten, persiguen y salen de zona para presionar, son impetuosos a la hora de anticipar y aparecen espacios a la espalda o a los lados de los centrocampistas que el rival puede aprovechar. El Fuenlabrada de ahora no es el mismo equipo que el de hace un mes. Ya no se impone con tanta claridad y no es tan superior cuando juega en casa.
También tienen problemas para defender los centros laterales. Pese a tener cierta altura y centímetros en todas las líneas, se desordenan y no controlan las referencias del rival. Raúl de Tomás podría ser un dolor de cabeza si el Espanyol consigue generar este tipo de situaciones dentro del área. Tampoco son demasiado fiables en el balón parado defensivo. Se muestran algo pasivos en las marcas y en la zona de posibles rechaces. Han encajado goles y concedido ocasiones en este tipo de acciones. Sufren con las entradas de segunda línea y con jugadores que ataquen el segundo palo, sean extremos o laterales. Tienen alguna desconexión defensiva, aunque en general es un equipo bastante competitivo.

El cuadro ‘kiriko’ presenta nombres propios que merecen ser analizados con algo más de detalle. El senegalés Pathé Ciss, pivote muy completo que tiene mucha presencia física en el centro del campo, juego aéreo, altura para el balón parado, contundencia y anticipación para las caídas y un pie muy correcto para desplazar en largo. El francés Randy Nteka, muy joven y muy potente también a nivel físico. Puede jugar en el doble pivote, en la media punta o como delantero. Buen nivel técnico, control de balón y conducción. Una de las principales referencias para el juego directo y el jugador clave del equipo en campo contrario y en zona de finalización. Cristóbal, otro medio centro que suele jugar al lado de Pathé Ciss. Busca espacios libres en campo rival para incorporarse al ataque y puede crear peligro con remates a distancia. Habilidoso en espacios reducidos y capacidad para repetir esfuerzos defensivos. En la punta de ataque; Sekou Gassama, el máximo goleador del equipo con cuatro goles en siete partidos. Delantero referencia de 1’90cm y otro perfil clave para potenciar el juego directo y aéreo dentro y fuera del área. Puede fijar a los centrales y jugar de espaldas.
Sandoval, hablando en la previa del momento de forma de Sekou
Otros apuntes destacados: Iban Salvador, titular en 8 de las 11 jornadas, es baja por compromisos internacionales. Cristian Glauder, lateral izquierdo titular, jugó 48 partidos con en el filial del Espanyol entre la temporada 15-16 y 16-17. Álex Mula, extremo fichado esta temporada del Málaga, también vistió la camiseta blanquiazul en su etapa formativa.