“Aquí estoy porque he venido, porque he venido aquí estoy, si no te gusta mi canto como he venido me voy”, que decía el Gran Héctor del Mar y que bien ejemplifica la estrella perica, un RDT único e irrepetible. Genio y figura, para lo bueno y para lo malo. Él es oro para un Espanyol que va a ritmo de marcha triunfal -por ahora y esperemos que por mucho tiempo-. De Tomás es liderazgo, porte, elegancia y una tranquilidad que pone nervioso. ¡Qué definición la suya! Que suerte tiene el Espanyol de tener al jugador más determinante de la categoría. Recibió, controló poniendo pausa, amagó, se fue de uno, de otro y definición magistral para amarrar tres puntos que valen un liderato. Sí, provisional, y nada sorprendente dirán algunos, por aquello de ser el favorito, pero todo aquel que sepa bien de qué va Segunda, estará, como una servidora, encantado de la vida. ¡Menudo arranque! 13 puntos de 15, cuarto triunfo, tercero consecutivo, quinta portería a cero… ¡Una bendita locura! Como el estado de gracia de nuestro ‘11’, pues a su son será mucho más fácil lograr el objetivo de volver a Primera. Solo hay que verle, si está enchufado las enchufa. Y no solo las pelotas al fondo de las mallas, también a sus compañeros. Pues, innegablemente, con él en el verde sus compañeros, especialmente los de la línea de ataque, juegan sin tanta presión. ¡No le perdamos en invierno! Aunque presión es lo que debería sentir un Wu Lei que, desgraciadamente, sigue desatinado. Fallón por mucho empeño que le ponga. Y de ahí a que el míster no quisiera esperar y al descanso ya le mandó a la ducha para ver si se le aclaraban las ideas. Algo de lo que en la medular van sobrados. El equipo juega y Fran Mérida tiene mucho que ver en ello. La sala de máquinas va fina. El engranaje va bien y desgasta al rival. Todo en orden.
La vida es de los pacientes
Y si no que se lo cuenten a un Espanyol que está teniendo que hacer de la paciencia su mejor virtud. Porque como decimos por aquí, esto no es ‘bufar i fer ampolles’. Hay que currárselo mucho y estar preparados para dar la estocada en cuanto se pueda. ¡Ah! Me olvidaba, y tener a Diego López bajo palos para mantener ese hilo de vida cuando todo parece que se tambalea.
Y es que ya van tres partidos en que los goles se han hecho de rogar y no han sido materializados hasta el segundo tiempo. No es casualidad que los resultados, a excepción del primer partido, hayan sido tan ajustados. Pese a ello, por ahora no hay quien les tosa. No se les puede pedir más. ¡O sí! Que traten de seguir surfeando esta buena ola el mayor tiempo posible. Será buena señal. Pero que le pregunten al Che, si pudieran claro, puesto que este viernes se cumplieron 53 años de su fallecimiento, lo duro que es librar depende de qué batalla. Que se lo digan a un Espanyol que está teniendo que hacer de la paciencia y la madurez su mejor arma para ganar la Revolución que les saque del barro y les devuelva a los altares. Para pasar, en cuestión de tres meses, de ser colista a líder. Sí, vivir para ver. Este Espanyol es otro.
Ahora tiene alma, sangre, ha hecho de ganar su mejor costumbre. ¡Que viva la Revolución perica! Hasta la victoria siempre. Hacia Primera con paso firme, pero de la mano de un líder como Vicente Moreno. Porque señoras y señores, en el banquillo hay entrenador. Un motivador, un buen gestor de emociones y de jugadores. Un experto en el nuevo hábitat en el que ha aterrizado un Espanyol que ha tenido una aclimatación que ni en sus mejores sueños hubiera sido mejor. Ha caído de pie. Y al pie parece llevar Nico Melamed cosido el balón. Menudo jugón saca la cabeza de la base. O derriba directamente la puerta. Tiene cosas muy positivas este equipo, aunque sería bueno que tampoco perdamos ahora la cabeza. Todo marcha bien, pero hay que ser cautos. Disfrutemos del presente, por si a caso.
Gran artículo! Completamente de acuerdo con todo. Para mí los partidos del Espanyol pasan por estas fases:
– Guau cómo jugamos, cómo dominamos, qué bueno es Fran Mérida, Darder ha vuelto…
– Pero cómo puede fallar eso Wu Lei??
– No, si tanto perdonar ya verás tú…
– Aún nos darán un susto y palmamos…
– Diego López salvador!
– Vamos a empatar? Merecemos ganar!
– Gooooooool!
– Alegría absoluta y tres puntos más
Ese es mi guión de los últimos partidos y, aunque por momentos haya suspense y miedo, firmo ya que siempre haya este final feliz eh!