Duelo a todo o nada este próximo lunes en el Benito Villamarín para cerrar la jornada. Partido que en juego lo tendrá todo para ambos equipos, desde el punto de vista de los más optimistas que todavía no han tirado la toalla, y nada, para los que ya lo han dado todo por perdido y asumen que dar la campanada es misión imposible. Sea como fuere, lo que está claro es que el duelo promete. Que tanto Espanyol como Betis necesitan gustarse y dar la talla tras haberse dejado puntos por el camino y así haber dilapidado una situación favorable de cara a darle una gran alegría a su hinchada. Además, en el caso del cuadro blanquiazul, que no cierra la puerta de Europa, así lo han asegurado varios de los miembros de su plantilla, quiere vengarse del doloroso 1-3 de la primera vuelta y la eliminación copera. Y a favor del cuadro perico juega el hecho de que el Villamarín puede ser una olla a presión por el desencanto que tiene la afición con el equipo y es una gran incógnita ver cómo la afición local recibe a Quique Setién tras ser ratificado en el cargo. Y es que el Betis vive un momento delicado tras varios resultados decepcionantes. Pero como les decíamos, con los mismos puntos que el Espanyol, 43, también apura sus opciones de jugar la Europa League la próxima temporada. De ahí a que como le sucede al cuadro perico, esta puede ser, ya sí, su última oportunidad real para que se alineen los astros y puedan alcanzar un sueño tan ambicioso como complejo. Pese a ello, no hay que olvidar que ambos equipos se beneficiaron del empate a uno que se dio el sábado en San Mamés entre el Athletic Club y el Alavés, los otros dos equipos que aspiran a esa plaza y que con el punto que sumaron no consiguen distanciarse en su propósito
Por lo que el Villamarín, sin duda, puede relanzar al conjunto perico o terminar ya con el anhelo de mirar hacia arriba, ya que a tres jornadas para la conclusión, ahora son seis los puntos que separan a ambos de la codiciada séptima plaza. “Hay que ganar el lunes para coger el tren”, decía Melendo el pasado miércoles. Mientras que Wu Lei admitía que “si hay opciones, lucharemos y no nos rendiremos”. Por lo tanto, como mínimo, el compromiso ahí está. Otra cosa es que el equipo sea capaz de frenar la sangría de 23 puntos perdidos tras adelantarse en un encuentro. Sin duda, su gran talón de Aquiles.
Pero además de todo ello y de vengar el citado batacazo de Cornellà, el Espanyol luchará por que los lunes dejen de atragantársele a domicilio, pues en las dos ocasiones que esta temporada han jugado en el primer día de la semana y lejos de su feudo, ha cosechado dos derrotas y encajando tres goles. Ese fue el caso de la jornada 19 en Anoeta ante la Real Sociedad (3-2), y a la semana siguiente ante el Eibar en Ipurua (3-0).
Con todo
Por la trascendencia que pueda tener este duelo, ya que esto del fútbol es muy imprevisible y puede pasar de todo, y con la intención de cumplir y esperar a ver qué sucede con el resto de partidos para seguir haciendo números con la calculadora, se espera que ambos técnicos salgan con sus mejores armas a la batalla. En el caso de Rubi, no podrá contar con David López ni Piatti, lesionados de larga duración, ni con Rosales. Además, Granero es baja por sanción tras ver su quinta amarilla ante el Celta, y Hernán Pérez y Naldo, Tampoco estarán. En cambio, Lluís López y Semedo sí para cubrir las vacantes que estos dos últimos dejan vacías. Por lo tanto, será Oscar Duarte el que parta como titular en el eje de la zaga junto a Mario Hermoso. Víctor Sánchez, Marc Roca, Darder y Melendo apuntan a ser el cuarteto en el centro del campo, mientras que Wu Lei, que viene de marcar un gran gol, será de la partida en la línea de ataque junto al intocable Borja Iglesias.
Mientras que en el caso de su homólogo en el banquillo local, Quique Setién, también saldrá con lo mejor para no tentar a la suerte. En principio, Francis volverá al carril derecho y Junior se afianza en el izquierdo tras volver de lesión, mientras que Sidnei, Bartra y Mandi actuarán en la retaguardia. Con Carvalho lesionado, Guardado, Canales y Lo Celso ocuparán el centro del campo. Y en punta Jesé acompañará a Tello.
