Adrián Embarba luce y Raúl Tamudo lució en el Espanyol el mismo dorsal que Michael Jordan. El jugador de baloncesto hizo carrera con el dorsal ‘23’ a sus espaldas por razones familiares: “En la escuela, cuando jugaba con mi hermano, mi número favorito era el 45. El suyo, también. Pero estábamos en el mismo equipo. Él era el mayor y tenía más antigüedad en el equipo. Eligió el 45 y yo el 23, que era la mitad -la división exacta da 22,5 pero la leyenda del baloncesto redondeó la cifra-. Me quedé con el ‘23’ y me acompañó todo el tiempo”.
Michael Jordan es la razón por la que otros mitos del deporte han escogido el dorsal. Uno de ellos, Lebron James: “Uso el ‘23’ por el gran Jordan. Cuando empecé a jugar, dije: ‘ese 2-3 luce bien. Me gustaría ser capaz de volar como él’”. Otro, Raúl Tamudo, mito del espanyolismo. Así lo confesó durante una entrevista: “Cuando vivía en Santa Coloma siempre me quedaba a ver los partidos de la NBA. Mi padre no paraba de decirme que al día siguiente tenía que ir al colegio. Yo contestaba que sí, pero que… ¡es que no me podía perder a Magic, a Jordan! Espectaculares, irrepetibles. En cuanto pude, cogí su dorsal”. Lo que no se hubiese imaginado nunca el delantero de Santa Coloma es que, algún día, otro deportista pediría lucir el número por él. Pero sucedió, tal y como admitió Esteban Granero durante su presentación como futbolista del Espanyol: “Me ofrecieron unos cuantos dorsales y escogí el ‘23’. Aquí es una gran responsabilidad llevarlo. Pienso que el ‘23’ es Tamudo. Él eligió el ‘23’ por Jordan y yo por Tamudo. El ‘23’ es de Raúl Tamudo, los demás lo llevamos”.
La marcha de Tamudo del club liberó un dorsal que ya han lucido ocho futbolistas distintos. Dátolo, Coutinho, Cristian Gómez, Abraham González, Arbilla, Diego Reyes, Esteban Granero y Adrián Embarba han asumido la responsabilidad de llevar el ‘23’ a sus espaldas, una cifra que es más que un simple número para la parroquia perica.
De los futbolistas que lo han heredado, Adrián Embarba, por rendimiento, se está erigiendo como el jugador más capacitado para vestirlo. El atacante, criado en Vallecas, barrio madrileño tan o más humilde que Santa Coloma, ciudad en la que creció Raúl Tamudo, es uno de los líderes de la plantilla perica y, con tan solo un año en el club, ya ha sido elegido por sus compañeros como uno de los capitanes del equipo. En 35 partidos como espanyolista, además, Embarba ha marcado siete goles y ha repartido nueve asistencias a sus compañeros formando una conexión con Raúl de Tomás al estilo Tamudo-De la Peña.
Raúl Tamudo, durante 11 temporadas
El delantero de Santa Coloma, que jugó en la máxima categoría del futbol español como perico durante 14 temporadas, debutó con el primer equipo espanyolista con el dorsal ‘29’. Fue durante la campaña 1996-97. Tras lucir los dorsales ‘28’ y 22’, Tamudo aprovechó la marcha de Dominique Lemoine para heredar su número favorito y lucirlo durante 11 años. El atacante hizo historia con la blanquiazul, marcando 140 dianas en los 377 encuentros oficiales que disputó hasta su marcha a la Real Sociedad el verano de 2010.
Con su adiós Jesús Dátolo, petición expresa de Mauricio Pochettino durante el mismo mercado de traspasos, asumió la responsabilidad de lucir el ‘23’. En su primer encuentro, saliendo desde el banquillo, anotó el gol de la tranquilidad ante el Getafe (3-1). Sin embargo, su rendimiento estuvo muy por debajo de los esperado y año y medio después abandonó el Espanyol por la puerta de atrás.
Por la misma puerta entró Philippe Coutinho, cedido por el Inter. El brasileño, que aterrizó en el RCDE Stadium con 19 años, deslumbró a la parroquia perica marcando cinco tantos y cuajando fantásticas actuaciones sobre el terreno de juego. Su cesión, que terminó el 30 de junio de 2012, liberó un dorsal que recogió el canterano Cristian Gómez.
El centrocampista, que llegó al primer equipo de la mano de Pochettino como una de las grandes promesas del fútbol base, estuvo muy por debajo de las expectativas puestas en él durante el año que se le dio ficha con los ‘mayores’ y encadenó cesiones al filial del Madrid y al primer equipo del Girona antes de su desvinculación con el club.
El ‘23’, de nuevo libre al finalizar la temporada 2012-13, terminó en manos de Abraham González, que fichó por el Espanyol tras brillar con el Alcorcón en Segunda. Lució el ‘23’ durante su primer curso como perico, ya que al año siguiente cambió al ‘10’. Arbilla, fichado en 2014, recogió el testigo. Antes de que llegara Granero en la 2017-18, Arbilla y Diego Reyes, otro defensa, lo lucieron. Sin embargo, no hay duda de que Adrián Embarba por su rendimiento sobre el terreno de juego se ha convertido en el legítimo heredero del dorsal ‘23’.