Tras el final del partido las redes sociales fueron un clamor contra Rufete y Vicente Moreno, los dos máximos responsables deportivos del Espanyol. Tres empates consecutivos, nueve puntos de 21 posibles, un juego muy pobre y el ascenso en el aire. La afición, ya mosqueada después de las igualadas ante Sporting y Oviedo, dijo basta tras el empate, que bien pudo haber sido derrota, en Anduva. A falta de pañolada, las redes sociales ardieron, y la diana estuvo puesta en los dos máximos responsables deportivos: el director deportivo y el entrenador. O lo que es lo mismo, Rufete y Vicente Moreno.
Las amargas quejas después de una semana con el ambiente enrarecido en la que el espanyolismo acabó yendo a una se sucedieron en las redes sociales. En La Grada Ràdio, nuestro chat bautizado como ‘la grada de La Grada’ era un clamor pidiendo la destitución inmediata del técnico de Massanasa, y Rufete no se escapaba de las críticas. Al fin y al cabo, es el responsable de la confección de la plantilla y del fichaje de un entrenador que, tras una primera vuelta notable, no está sabiendo dar con la tecla en la segunda parte liguera, hasta el punto de que el regreso a Primera división está más en el aire que nunca. Y ya no por la clasificación del equipo –segundo de nuevo a la espera del duelo del Almería–, sino por las sensaciones que transmite.
Enfado monumental
Las redes eran un bullicio. Diversos pericos mostraron su desacuerdo y hasta los dos grandes grupos de animación, La Curva y la Juvenil, que horas antes habían estado mostrado su apoyo incondicional al equipo, publicaron mensajes de enfado. El primero puso en su cuenta de Twitter un contundente ‘¡NO MERECÉIS LA CAMISETA QUE VESTÍS!’, mientras que el otro gran pulmón del RCDE Stadium twitteó ‘Respeto por nuestra historia. Respeto por nuestro escudo. ¡RESPETO POR LA CAMISETA!
Enfado e insatisfacción generalizada tras un nuevo mal partido del Espanyol que sitúan a Vicente Moreno y a su valedor, Rufete, en el centro de las iras de la afición perica. La afición pide un cambio de rumbo de un barco a la deriva. Restan 13 jornadas, 39 puntos en juego, y no lograr el ascenso sería un tremendo golpe. El futuro de un club histórico está en juego.