La final de la Copa del Rey, conocida como la ‘final del agua’ se jugó esta vez un 3 de febrero, justo una semana antes del arranque liguero. El Real Madrid y el RCD Espanyol -por aquel entonces RCD Español-, ambos invictos y campeones uno de la Región Centro y otro de Catalunya, llegaron a la final que se jugó en Valencia, bajo unas inusuales condiciones climatológicas.
En esta edición, a diferencia de lo ocurrido desde 1924, no hubo liguilla previa a cuartos sino eliminatoria a doble encuentro en las rondas previas a la ‘final del agua’ de la Copa del Rey ganada por el Espanyol. La lluvia torrencial dejó el campo impracticable, pero salió ganador el Espanyol con un maravilloso Ricardo Zamora en la portería que salvó a su equipo en más de una ocasión.
El Espanyol, donde jugaba en defensa el héroe del fútbol salvadoreño, Saprissa, construyó su victoria en la final de la Copa del Rey en la segunda parte de la ‘final del agua’ pues la primera acabó con empate a cero. En el minuto 55, Padrón puso el 1-0 a favor del Espanyol. Diez minutos más tarde, el propio Padrón, su compañero Broto y el madridista Gaspar Rubio fueron expulsados.
Sin embargo y a pesar de estar con nueve jugadores, el Espanyol aumentó su ventaja en la ‘final del agua’ a 2-0 gracias a un gol de Crisanto Bosch a pase del canario Padrón y encarriló su triunfo en la Copa del Rey. Pero en el minuto 75, Jaime Lazcano acortó la ventaja para el Real Madrid. Con el marcador 2-1, González, del Espanyol, y Monchín Triana, del Real Madrid, también fueron expulsados.
El once del Espanyol en la de la Copa del Rey estuvo formado por los siguientes jugadores: Zamora; Saprissa, González; Trabal, Solé, Kaiser; Ventolrá, Broto, Tena II, Padrón y Bosch.
De esta manera, tan accidentada y lluviosa, el Real Club Deportivo Español de Barcelona venció al Real Madrid por dos tantos a uno y conquistó por vez primera el título de campeón de la Copa del Rey.
Alguna porta de Cornellà mereix aquesta gent