Los partidos lejos del RCDE Stadium han sido una tortura esta campaña. Una verdadera tortura. Es cierto que nunca han sido el fuerte del Espanyol, pero lo de este curso ha clamado al cielo. En una campaña capicua –se empezó con empate sin goles en El Sadar y se ha finalizado con igualada a nada en el Nuevo Los Cármenes–, el cuadro perico tan solo ha sumado nueve puntos este curso tras cosechar una única victoria, seis empates y hasta 12 derrotas; ni siquiera en la campaña del descenso a Segunda división se habían registrado unos números tan paupérrimos a domicilio. Para encontrar no ya algo similar, sino calcado, hay que remontarse a inicio de siglo, cuando en la campaña 2001-02 se realizó exactamente el mismo curso fuera de casa que esta temporada.
Vicente Moreno, que ha imitado sus números lejos de casa en el RCD Mallorca, se ha disfrazado de Paco Flores; el de Massanassa y el técnico campeón de Copa del Rey del 2000 son los entrenadores del peor Espanyol como visitante desde que se instauraron los tres puntos por victoria en LaLiga 1995-96. Al menos, este curso el Alavés ha sido peor visitante que los blanquiazules con seis puntos; con Flores, el Espanyol fue el peor lejos de su estadio.
El triunfo en Valencia (1-2) en el último día del año ha sido una flor en el desierto, como lo fue en esa 2001-02 la victoria en Valladolid (0-1) en la jornada 7; quizás esa campaña fue peor, ya que mientras este curso al menos se ganó en Solares, en Palencia y se pasó de ronda por penaltis en Ponferrada, por aquel entonces el Espanyol quedó eliminado de la Copa del Rey a las primeras de cambio a manos del Lleida (1-0). Pero ambas temporadas tienen algo en común: hubo partidos en los que no se compitió. Si con Paco Flores se encajaron derrotas como un 5-1 contra el Real Madrid, un 4-1 ante el Celta o un 3-0 en Sevilla, esta temporada se ha mordido el polvo con claridad también en Vigo (3-1), en Villarreal (5-1) o en el Santiago Bernabéu (4-0).
Poco o nada hay que rescatar de los partidos a domicilio de esta campaña, más allá del citado duelo en Valencia que supuso la irrupción total de un Jofre Carreras que apenas ha vuelto a tener oportunidades. En todo caso, lo único que se pueden extraer son encontronazos, como el que tuvo Embarba con Vicente Moreno tras ser sustituido en Mallorca o el choque entre el de Massanassa y Raúl de Tomás en el Bernabéu, acción que supuso la suplencia de RDT la jornada siguiente. Aunque es cierto que el equipo no siempre ha mostrado la peor de las versiones como visitante, puesto que en el Real Arena compitió y solo cayó debido a un polémico penalti en el descuento (1-0), al igual que sucedió en el Wanda Metropolitano (2-1). Pero generalmente, el equipo o no ha competido o ha desconectado. Cambió la cara en diversos encuentros en varias ocasiones, como en el Benito Villamarín (2-2) o en Cádiz (2-2).
La otra cara de la moneda
Mientras que esta ha sido una de las peores campañas a domicilio desde que se instauraron los tres puntos por victoria, en el lado opuesto de la balanza encontramos las mejores. Como la 2016-17 con Quique Sánchez Flores en el banquillo, la mejor temporada del siglo fuera de casa con siete victorias, seis empates y seis derrotas, las cuales otorgaron un total de 27 de los 56 puntos totales. Las otras dos, antes del 2000: en la 1998-99 se consiguieron 26 puntos, mientras que en la 1995-96 fueron 33 los puntos obtenidos lejos de casa, con nada más y nada menos que nueve triunfos y siendo el segundo mejor equipo como visitante, tan solo por detrás de un Atlético de Madrid campeón. José Antonio Camacho en esta última y primero Marcelo Bielsa y después Miguel Ángel Brindisi en la 1998-99 fueron los técnicos de dichos equipos. Pero una flor no hace primavera; al Espanyol, como ha quedado demostrado este curso, no se mueve bien sin su afición.
Curioso que sea precisamente QSF tenga el récord absoluto de puntos logrados fuera de casa (27) el triple que los de este año y bastante destacado de los 22 conseguidos por Valverde en la 2006-07.