Los pericos que no querían creer que el Espanyol estaba fuera del peligro de descender hasta verlo salvado matemáticamente ya pueden respirar tranquilos. El conjunto blanquiazul selló la permanencia pese a hacer un partido indigno en Mendizorroza y perder por 2-1 ante el Alavés. El empate sin goles del RCD Mallorca contra el Sevilla FC bastó para que se agotasen las pocas opciones que tenía el RCDE de bajar a Segunda. El equipo balear es el que marca la línea del descenso y tiene siete puntos menos que el conjunto de Vicente Moreno. Por tanto, ya no puede alcanzar a los catalanes en la tabla teniendo en cuenta que quedan solo dos partidos. En caso de que el cuadro de Javier Aguirre hubiese sorprendido al Sevilla FC, la agonía del Espanyol se hubiese alargado, al menos, hasta el fin de semana. Por suerte, no fue así.
De esta manera, el RCDE tiene garantizada su participación en LaLiga Santander 2022/23 y disputará su 87ª temporada en Primera División. Sin embargo, la forma en que los pericos certificaron la permanencia en la máxima categoría ha impedido que su afición celebre la continuidad en la élite. La realidad es que el conjunto espanyolista ha tardado más de la cuenta en asegurarse la salvación matemáticamente. El Espanyol finalizó la jornada 31 a once puntos del descenso tras ganar la Celta de Vigo en el RCDE Stadium. Una vez el equipo de Vicente Moreno se vio tan lejos del descenso pegó un bajón del cual todavía no se ha recuperado y le ha impedido sellar la permanencia hasta la fecha.
El conjunto perico ha sumado tan solo un punto de quince posibles desde la victoria ante el Celta. Además, ha sufrido derrotas muy dolorosas en ese tramo de encuentros, como la que se produjo ante el Rayo Vallecano en casa o ante el Alavés, que era el colista, en la pasada jornada. El Espanyol ha acabado confirmando la permanencia gracias a resultados de terceros y no por méritos propios, algo que no ha gustado nada como es lógico a su afición. Si a esto le sumas que la salvación se alcanzó tras perder contra el último clasificado, la situación del equipo está más cerca del desastre que de la satisfacción que puede otorgar la continuidad en Primera División.