El Espanyol llegaba al partido contra el Real Madrid con varias dudas y algunas de ellas estaban centradas en la portería y la defensa. Concretamente, la actuación de Benjamin Lecomte, Óscar Gil, Fernando Calero y Leandro Cabrera había generado algunas dudas entre la afición en los dos primeros compromisos del curso. El pasado domingo estos cuatro jugadores se enfrentaban a un reto de exigencia en el que tenían que frenar las embestidas del equipo campeón de Europa. La realidad es que estos futbolistas se pueden dividir en dos grupos en función de su rendimiento ante el equipo de Carlo Ancelotti. Fernando Calero y Óscar Gil fueron de menos a más en el encuentro, mientras que Leandro Cabrera y Benjamin Lecomte siguieron la progresión contraria.
El partido empezó con un Madrid muy dominador. Vinicius, muy activo, generó muchos problemas a la defensa del Espanyol y puso en apuros a Óscar Gil, que tuvo que pedir socorro a Rubén Sánchez en algunas acciones. Entre ambos, lograron que el brasileño no percutiera por la banda derecha con peligro. Al no poder colarse por el extremo, Vinicius buscó y encontró un agujero por el centro tras un despiste de Fernando Calero y definió solo ante Lecomte para hacer el 0-1. Poco después, el mismo jugador madridista aprovechó un error de Óscar Gil para recibir solo en el segundo palo y ensayar un disparo que se fue rozando el palo. Dos errores individuales estuvieron a punto de costar un 0-2 al RCDE y dejaban señalados a dos defensas pericos. No obstante, tanto Óscar Gil como Fernando Calero fueron capaces de remontarse a sí mismos y no volvieron a equivocarse durante todo el partido.
Tras el descanso y con empate en el marcador, la defensa del Espanyol fue muy sólida. Cabrera y Calero tapaban todos los centros al área perica y los intentos de contraataque del Madrid. Por su parte, Óscar Gil logró secar por completo a Vinicius. Y, además, Brian Oliván firmó un auténtico partidazo en el lateral izquierdo, mostrándose seguro en defensa e incorporándose con peligro al ataque. Los fallos en defensa de la primera mitad desaparecieron para dar lugar a la versión más sólida de la zaga del RCDE que se ha visto en este inicio de LaLiga Santander. Hasta Lecomte hizo su primera parada de mérito en este curso al repeler un gran disparo de Karim Benzema.
No obstante, los despistes individuales de dos futbolistas que habían firmado un partido muy correcto acabaron condenando al Espanyol a falta de dos minutos del tiempo reglamentario. Karim Benzema le ganó la espalda a Leandro Cabrera en un centro y marcó el 1-2 en el 88′. El uruguayo veía así penalizado su único fallo en todo el duelo. Poco más tarde, Lecomte manchó su mejor actuación hasta el momento tras una mala salida en la que no acertó a despejar el balón y en la que tuvo que derribar a Dani Ceballos para evitar el gol de los blancos a portería vacía. El francés fue expulsado por esta falta al borde del área y Cabrera tuvo que ponerse de portero. Benzema sabía perfectamente cómo tenía que servir el golpe franco para superar a un meta que no es meta y marcó el 1-3, amargando así todavía más la noche de un Cabrera que recibió un castigo excesivo.