Sergio González no encuentra la tecla adecuada, sobre todo lejos del Power8 Stadium, aunque ayer el técnico insistiera en rueda de prensa que el equipo “no salió a competir”. El problema parece más profundo que este aspecto, preocupante también, por supuesto.
En cualquier caso, ya empieza a ser cansina la pobre imagen que ofrece el equipo como foráneo. Ni los siete partidos consecutivos que llevaba el Espanyol sin perder ante el Athletic sirvieron para cambiar una dinámica tan preocupante.
Los primeros minutos no fueron especialmente malos, con un dominio alterno en el que el Athletic no se sentía cómodo. Víctor Sánchez empalmó una volea desde la frontal que se marchó fuera por poco. Habría sido un golazo como el que le hizo precisamente al Athletic la temporada anterior en casa. Pero muy pronto empezó a vislumbrarse cuál iba a ser la amenaza rojiblanca.
Laporte, a la salida de un córner, no llegó por centímetros sobre la misma línea de gol. El partido no era bueno, pero aún se mantenía un equilibrio en el marcador y en el juego. Incluso Sergio García desaprovechó un rebote que le cayó en los pies porque su disparo, desde el punto de penalti, se estrelló en un defensa.
Verdugo Aduriz
Pero la suerte nos dios la espalda. Nuevamente a la salida de un saque de esquina, la única manera en la que el Athletic generaba peligro hasta ese momento, Aduriz remató muy fácil de cabeza y el balón tocó en Stuani antes de que despistara a Kiko y se colara en el fondo de la red. La réplica fue un rápido contragolpe perico en el que Lucas, desde una posición muy buena, disparó demasiado flojo a las manos de Gorka. Un espejismo porque el equipo empezó a venirse abajo.
El Espanyol no tenía su día y hasta Kiko, internacional de nuevo cuño, mostraba precipitación en sus acciones. En una salida atropelló a Aduriz, aunque afortunadamente el colegiado miró hacia otro lado porque el derribo pudo producirse sobre la misma línea que delimita el área de castigo.
Y de nuevo Aduriz volvió a hacernos daño. El espigado atacante bajó un balón con maestría y lo sirvió en bandeja a Borja Viguera, que definió con precisión. Una buena jugada local que significaba un golpe mortal para los pericos.
Sergio González intentó reaccionar con un doble cambio que propició que Sergio, Stuani y Caicedo coincidieron sobre el campo a vez. Y el grupo pareció espabilar. Un disparo de semifallo de Stuani, en una asistencia de Caicedo a trancas y barrancas, pasó rozando la madera. Después, Salva Sevilla se inventó una jugada personal, con túnel a De Marcos y disparo desde una posición lateral a la madera. Parecía incluso que Sergio García empezaba a entrar en juego, pero todo se fue al traste con el mazazo definitivo, cuando Iturraspe se sacó un latigazo lejano e imparable, aunque también es cierto que Kiko estaba algo adelantado.
Por lo menos, el Espanyol pudo firmar el tanto del honor. Salva Sevilla, que mejoró las prestaciones de Abraham, realizó el pase de la muerte a Víctor Sánchez, que no perdonó con toda la portería para él. Demasiado poco. La Catedral merecía más del Espanyol.
Sin organizador, el equipo va a la deriva. En 12 partidos y con una delantera con Caicedo, Sergio y Stuani sólo hemos metido 12 goles sólo 4 fuera de casa, esto es un dato a tener muy en cuenta.
Si no hay dinero, hay que ser valiente, y Sergio no lo es. Joan Jordan tiene que ser titular ya, por que es el que mas puede crear en el centro del campo. Fuentes es jugador de 2ª B, y aún a medio gas y con una pierna atada, Carlos Clerc es infinitamente superior….y que decir de los dos centrales !!!! Colotto está para jugar en el Playas Castellón, y Álvaro es un central horroroso. El resto del equipo, sin aspavientos, es mucho mejor de lo que ofrece en el césped un dia tras otro…..o Sergio deja la camaradería con los jugadores y se dedica a entrenar en serio, y cambia los puestos antes comentados con carácter y arriesgando, o no llega a fin de año.