Había avisado durante la semana que para tener opciones de ganar, el equipo tenía que igualar la intensidad del Athletic. Y así fue. No solo la igualó, sino que en distintas fases del partido la superó. “Sabíamos que son un equipo intenso, con muchas variantes y que saben mover a sus hombres para crear superioridad. Son un rival muy completo que cuando se pone por delante es difícil remontarle, por eso tiene mucho mérito lo que hemos hecho”, reconoció un Víctor Sánchez que volvió a convertirse en el pulmón del equipo. A estas alturas, un triunfo ante un gran rival, y dándole la vuelta al marcador, es una gran inyección de moral y confianza para afrontar la recta final. “Remontar un partido siempre te da mucho. Además, Felipe, que llevaba semanas sin estar a tope, entra y marca; Javi, que no ha estado bien esta semana, sale en la segunda parte y realiza un gran partido y Mamadou da un rendimiento espectacular. Hemos ganado todos, los que hemos jugado, los que entraron después, los del banquillo, los que se quedaron fuera y, sobre todo, la afición, que nos llevó en volandas y esto es muy importante”.
Lección aprendida
Tenían claro que había que ganar por encima de todo. “Hemos calentado muy bien porque sabíamos que era una final. Si perdíamos todo se complicaba porque vienen partidos complicados, mientras que ganando dábamos un gran paso hacia nuestro objetivo”. Pese a que la salvación está más cerca, Víctor no quiere oír hablar de relajación. “Ahora tenemos siete días para disfrutar y siete para preparar el partido del Málaga, que nos puede dar mucho. Si ganamos allí, casi lo tendremos”.