El 16 de mayo de 2007, el Espanyol disputó su último partido europeo. Fue la final de la Copa de la UEFA ante el Sevilla, y como ya pasó en Leverkusen la maldición de la tanda de los penaltis se volvió a cruzar en nuestro camino.
Pese a la derrota, los recuerdos de ese día son inolvidables para los pericos por todo lo que se vivió y cómo se recibió al equipo a su vuelta a Barcelona cuando la afición se movilizó para esperarles en Montjuïc. El conjunto dirigido por Ernesto Valverde firmó un torneo inmaculado, no conoció la derrota, pero no pudo levantar el título. Miles de aficionados arroparon al equipo y, pese a no ganar, el orgullo de los seguidores se hizo notar en los días posteriores.
Ahora, en unos momentos de cambios en la entidad, la hinchada sueña con volver a repetir esas gestas. Pero para volver a disfrutar de una final como esa, hay que disputar una competición europea y, como informa As, el Espanyol atraviesa el mayor periodo de su historia sin jugar en Europa. Serán al menos 12 los años que se quede el club fuera de estas competiciones, cuando el anterior récord negativo era de 10 años entre 1977 y 1987, precisamente la temporada de la final de Leverkusen.