El Espanyol tuvo pocas aproximaciones con peligro, fue superado en la posesión, realizó el partido más flojo de lo que llevamos de verano, pero gracias a los dos grandes goles de Puado y Wu Lei, y a una inmensa actuación de Andrés Prieto sigue invicto en esta pretemporada tras empatar con el Sheffield Wednesday, el rival más exigente que ha tenido hasta el momento y que llegaba con varias marchas más en el aspecto físico. Así que no todo fue negativo. El técnico afrontó el tercer amistoso con el objetivo de seguir repartiendo los minutos y mirando de reojo el partido del jueves en Islandia. Y por eso dejó en Barcelona a ocho titulares del estreno europeo: Diego López, Javi López, Naldo, Pedrosa, Darder, Melendo, Ferreyra y Borja Iglesias. Una decisión que, en principio, parece ser toda una declaración de intenciones de cara al partido de vuelta, pese a viajar con una clara renta.
Costó entrar en juego
El encuentro ante el Sheffield, de la Championship, fue todo un examen para los jugadores con menos minutos, ya que se enfrentaban a un rival más rodado. Entre los titulares, solo Dídac, Marc Roca y Wu Lei habían tenido minutos ante el Stjarnan y ninguno había salido de inicio. En los primeros compases ya se pudo comprobar la diferencia de ritmo de competición y de adaptación, ya que con tantos suplentes, a los de Gallego les costó tener continuidad en el juego en el arranque. Todo lo contrario que el equipo de Lee Bullen que pronto pudo adelantarse en el marcador, pero Andrés Prieto sacó una mano a Reach.
Una acción que acabó de meter a los pericos en el partido, ya que a partir de esa ocasión empezaron a tener algo más el esférico. Pero cuando parecían estar reaccionando, una indecisión de Iago pudo costar muy cara. Fletcher se hizo con el balón, asistió a Reach que volvió a poner a prueba a Andrés y el alicantino, de nuevo, respondió con garantías. Pero a la tercera llegada con peligro, Flettcher inauguró el marcador. Un centro de Bannan fue cabeceado por el goleador al fondo de las mallas.
Reaccionan con Puado
Al Espanyol le estaban faltando ideas cuando sobrepasaba el centro del campo, pero con el marcador en contra empezó a acercarse con algo más convencimiento. En el 29’, una gran asistencia de Puado a Wu Lei propició el primer aviso. El delantero asiático intentó picársela a Westwood, pero Lucas Joao se cruzó y desvió el esférico a córner. Tras el saque de esquina, Puado recibió en el vértice del área grande, recortó a su marcador, levantó la cabeza y la puso lejos del alcance del meta local. Un gran tanto del canterano al que se le está viendo con confianza y que ayer formó dupla con Wu Lei. El gol le sentó muy bien al Espanyol. Fue una inyección de moral y empezó a llegar más y a parecerse al equipo que quiere el técnico. A los de Gallego les había costado entrar en el partido, pero se fueron al descanso con una ligera mejoría. Fueron de menos a más ante el rival más fuerte que ha tenido esta pretemporda, sobre todo por su rigor físico.
La vuelta al terreno de juego nos dejó un Espanyol algo impreciso. Bernardo rechazó un remate con veneno de Reach a córner, y en el posterior lanzamiento Hutchinson no acertó a cazar un balón muerto dentro del área pequeña. Los errores en las entregas y pérdidas de balón se repetían. El cansancio empezaba a hacer mella en los jugadores y en medio de estos minutos de descontrol, Andrés Prieto empezó a justificar su fichaje.
Apareció Wu Lei
El club quería un portero que parara y el alicantino no se cansó de sacar balones. En el 60’ voló para evitar el segundo tanto y, a continuación, atajó en la misma raya de gol un cabezazo de Rhodes. En medio del dominio local, los pericos solo dieron señales ofensivas con un remate de Pol Lozano sin peligro. La presión local cada vez era más intensa y en una de sus llegadas Bernardo agarró a un rival y Forestieri transformó el penalti. El gol hacia justicia, ya que los ingleses se estaban más frescos y se sentían más cómodos. Pero una de las virtudes de este Espanyol es que tiene calidad en ataque. Y a poco para el final, Wu Lei, al que le había costado entrar en juego al igual que Vargas, se sacó un zapatazo para colocar el esférico en el fondo de las redes y empatar el encuentro.