Con la quinta derrota consecutiva ya no quedan dudas. El Espanyol, pese a que tuvo opciones de llevarse algún punto e incluso ganar, está en caída libre. La crisis deportiva es una realidad. El equipo no tiene nada que ver con el del inicio de temporada y la situación empieza a ser preocupante. No le sale casi nada. Ante un Betis, que minimizó a los blanquiazules y demostró tener mucha calidad, los de Rubi siguieron sin reaccionar. Fue ‘musho’ Betis para un Espanyol que atraviesa por una situación preocupante. Los verdiblancos fueron superiores en el campo y en las gradas, ante un rival y una afición que están tocados psicológicamente. Las alarmas sociales y deportivas se encendieron definitivamente.
El Espanyol, con los obligados cambios en defensa, salió a romper con su mala racha. Sergio García avisó de las intenciones en el 2’, pero hubo que esperar demasiado hasta la segunda aproximación con peligro. El Betis pronto se hizo con el control del partido y acaparó el esférico. Tocaban con calma en la medular, pero sin encontrar espacios. Y en su primera llegada pudieron inaugurar el marcador. Rosales se precipitó al entrar a Junior dentro del área y el colegiado señaló el punto de penalti.
Diego mantiene la esperanza
El partido podía empezar a complicarse, pero apareció Diego López. El gallego voló para desviar el lanzamiento de Lo Celso y volvió a lucirse al sacar el posterior remate de Loren. Lo celebró con rabia, mientras que la grada enloqueció. Se mantenía el empate y la esperanza de lograr la victoria. Esta acción dio confianza y esta fue a más cuando en su primera llegada batieron a Pau López. David López abrió a Baptistao que centró al área pequeña para que Sergio García, con la punta de la bota, anotara el primer tanto del partido. En su primera llegada clara no perdonó. Aunque era el conjunto de Setién el que mandaba en el campo fue el de Rubi el que golpeó.
Tras aprovechar su ocasión, los espanyolistas parecieron sentirse más cómodos. Borja no se lo pensaba a la hora de rematar desde fuera del área, aunque sus disparos salieron algo desviados. Pero cuando mejor estaban y tenían el partido controlado, fue el Betis el que aprovechó una serie de errores locales. Canales se fue de Marc Roca por velocidad, pilló al equipo algo descolocado y asistió a Lo Celso para que empatara el partido.
Bien en la reanudación
A diferencia de otras ocasiones el Espanyol no pareció acusar el golpe del gol antes del descanso y en la reanudación salió decidido a sumar de tres. Pau no se entendió con su defensa al intentar jugar un balón desde atrás, y Baptistao estuvo cerca de marcar, pero el gerundense rectificó su error. Y poco después Mandi le arrebató un balón a Borja cuando se disponía a rematar solo. Los pericos estaban presionando muy arriba y en solo cinco minutos ya tuvieron dos buenas ocasiones para marcar. Y minutos más tarde, Granero remató ajustado al palo de Pau. El Betis, que estaba sufriendo, dio un paso al frente. No quería ser menos y volvió a presentar su candidatura al triunfo. El partido estaba bonito. Se rompía en el centro del campo, con continuos intercambios de golpes. Pero con el paso de los minutos, los andaluces cortaron la hemorragia de los primeros minutos del segundo tiempo y recuperar el pulso del partido. Pedrosa y Sergio García, en una acción polémica que el VAR revisó pero no vio nada, dieron los últimos coletazos en ataque para los blanquiazules.
Desastre final
A falta de cinco minutos, cuando todo parecía que acabaría en tablas, llegó el hundimiento perico. Una falta de Víctor Sánchez a Joaquín fue transformada por Tello, y en el tiempo de descuento, Duarte, en su intento de despejar un balón lo introdujo dentro de su marco. Fue el peor final posible para un equipo que acabó muy tocado, y que necesita reaccionar urgentemente.
